Sobre la necesidad de la búsqueda de productos que a futuro complementen los ingresos derivados de las pensiones de jubilación quedan pocas dudas y pocos debates, prácticamente todos coincidimos en que este tipo de productos ya no se han convertido sólo en una opción sino que, visto el panorama, se ha convertido verdaderamente en una necesidad.
Sin embargo la gran oferta existente de productos específicos (o menos específicos) a tal efecto hace que el usuario en ocasiones tenga dudas sobre la conveniencia de elegir unos u otros, incluyendo por supuesto en estas dudas la posibilidad de considerar un fondo de inversión también como un producto adecuado para tal fin.
Transformar el plan de pensiones en Rentas Vitalicias
En este caso y de la magnitud real de la cuestión fundamentalmente basada en los diferentes tramos de edad y su cercanía con la jubilación, vamos a detenernos en considerar si los fondos resultan alternativos o no a los productos estándar orientados a la jubilación para aquellas personas con la jubilación cercana.
En estos casos, y de manera recurrente, solemos tener como primera opción los planes de pensiones garantizados o extremadamente conservadores, productos que no van a exponer el capital consolidado y, aunque menor que otras opciones, nos aportan determinadas rentabilidades.
La utilidad estos productos queda fuera de duda, sin embargo hasta no hace mucho la opción de los depósitos, sobre todo tras la despenalización de la ley Salgado el pasado año, parecía cobrar fuerza; se esperaban altas rentabilidades a vencimientos relativamente cortos que superaban las que los planes de pensiones nos venían a ofrecer, con una fiscalidad diferente es cierto pero interesante en cualquier caso el resultado global.
Pinchado el globo de la esperanza de mayor rentabilidades en los depósitos, son de nuevo los fondos de inversión garantizados y los fondos de renta fija a corto plazo los que parece vienen a tomar este relevo.
¿Son alternativa? Pues sí se puede considerar desde luego una alternativa que además posee sus pros y contras.
Dentro de los pros sin duda vamos a encontrar la flexibilidad de un producto que permitirá una combinación de estrategias por lo general superior a la de los planes de pensiones así como una liquidez también superior a la que, de manera general, los planes de pensiones no alcanzan por su propia estructura.
El principal elemento en contra de nuevo volver a ser la ventajosa fiscalidad de los planes de pensiones comparativamente; en cualquier caso es una decisión que obviamente queda en manos del usuario.