La Reunificación de Prestamos Personales es una alternativa bastante accesible para resolver problemas de liquidez en las familias que se encuentran en una alta situación de endeudamiento.
Si usted tiene muchos préstamos para pagar, como un préstamo para comprar el auto, un préstamo para estudios, o cualquier otro tipo de préstamo, incluyendo un préstamo hipotecario, y le resulta bastante complicado cumplir con todas las cuotas mensuales, la reunificación de préstamos se presenta como una interesante alternativa para desahogar un poco su presupuesto mensual.
Cuando el usuario cuenta con varios productos financieros diferentes, por ejemplo, una tarjeta de crédito, un préstamo personal, una hipoteca a 20 años y un seguro de vida, para ahorrar cuotas mensuales, se podrá realizar lo que se conoce como reunificación de deudas o subrogación. El usuario debe estar afiliado a una entidad bancaria que se lo permita y pagar los costos asociados al mecanismo, pero de todas formas es una buena opción para bajar los pagos mensuales.
¿Cómo funciona?
La reunificación de deudas está pensada para que el usuario pague menos intereses por el total de las deudas que posee. Los distintos productos crediticios suelen tener distintas tipos de interés, dependiendo para qué sean utilizados. Por ejemplo, las tarjetas de crédito, al otorgar pequeñas financiaciones a no más de un año, tienen elevados tipos de interés, mientras que las hipotecas, al plantearse en montos y plazos mucho mayores, poseen una menor tasa de interés.
Con el objetivo de obtener la misma tasa de interés o mejorar la rentabilidad de su dinero, muchos usuarios optan por subrogar el resto de sus deudas a su hipoteca. Esto significa que se realiza un cálculo de lo que debe a cada producto financiero y se suman los pagos mensuales al pago de su hipoteca, igualando los intereses de las tarjetas de crédito y préstamos de consumo a los de su hipoteca.
Esto beneficia grandemente al usuario, ya que puede disminuir las tasas de interés en un número considerable. Por ejemplo, si actualmente paga el 30% TAE por sus deudas en tarjetas de crédito, estas pasarán a formar parte del pago de su hipoteca a, digamos, 6% TAE, que es el interés que se le cobra al usuario por su hipoteca.
El plazo, de esta manera, es mayor y los intereses se homogeneízan, mejorando así las rentabilidades del dinero de los interesados. Sin embargo, hay que tener mucho cuidado con esto, ya que no todo lo que reluce es oro.
¿Dónde está el problema? Pues en algo que es muy fácil de comprender: pagar menos al mes, pero durante más meses. Esto quiere decir que, a la larga, el interés pagado por un préstamo que se ha reunificado en la cuota de la hipoteca es mucho mayor que si se pagaba en el plazo establecido con anterioridad.
Detrás de la reunificación de la deuda existe la ampliación de una hipoteca o la apertura de una nueva, con lo que se pasa a tener una sola cuota, que suele ser inferior a lo que se abonaba antes por todas las deudas. Sin embargo, esa cuota inferior se pagará durante un plazo de tiempo superior y, en consecuencia, termina pagando un mayor importe en concepto de intereses. Obviamente, quien siempre sale ganando es el banco, que se asegura de tener cautivo al cliente durante mas tiempo y, a la larga, cobrar mas intereses aunque sea un tipo de interés menor.
Está claro que el cliente o consumidor también puede ganar si lo que le importa en un momento determinado es pagar menos al mes, aunque sea durante más meses. El diferimiento de la deuda puede darle oxigeno financiero a alguien que no lo tiene, y en estos tiempos de crisis, son muchos los casi ahogados…
Por ultimo, le acercamos un video donde se explica claramente que es la reunificacion de deudas