Un vistazo rápido a la oferta de depósitos de las principales entidades financieras que operan en nuestro país nos ofrece un panorama en el que la caída con respecto al mismo periodo del pasado año supera en algunos casos el 100%. No mucho mejor pagados resultan los depósitos de entidades extranjeras que operan en nuestro país, tradicionalmente ofertantes de remuneraciones más elevadas que la media, también en este caso las rentabilidades han caído en picado.
En una lectura inmediata lo innegable es una tendencia constante a la caída de la rentabilidad durante los últimos años. Esta caída se ha producido en mayor medida durante el proceso de saneamiento de las entidades financieras y a la par que los mercados mostraban menores signos de inestabilidad y se relajaban.
¿Son rentables los depósitos?
Si acortamos la comparativa a los últimos tres años la respuesta es que, desde luego, en relación a la oferta anterior los depósitos no son actualmente rentables. Debemos recordar que hace poco más de dos años era frecuente encontrar ofertas de imposiciones a plazo fijo a 12 meses por encima del 3.5%, y no muy difícil hallarlas por encima del 4%: hoy en día las mejores ofertas se concretarán en los depósitos bienvenida a muy corto plazo, y muy pocas de entre ellas alcanzan el 2%. Si hablamos de depósitos a 12 meses, realmente, las medias de rentabilidad se encuentran ya por debajo del 1%, es decir, estamos en un escenario en el que en apenas dos años se han acortado las rentabilidades hasta cuatro veces en ofertas idénticas.
Mejores productos financieros para ahorrar
Sin duda es un escenario muy complejo para el ahorrador acostumbrado a los depósitos, de hecho, los últimos datos arrojan una retirada de los depósitos familiares no excesivamente grande pero sí significativa, ya que hasta ahora, incluso en este proceso de caída libre, la confianza en los depósitos seguía aumentando su patrimonio y la captación del mismo en nuevos productos.
Sin embargo debemos tener en cuenta algunos datos relativos a esta situación que clarificar un poco más los motivos y el punto real en el que se encuentran los depósitos.
- La relación entre los depósitos y los tipos de interés
- La inflación
La relación entre los depósitos y los tipos de interés
A comienzos del presente mes, y por sorpresa, el Banco Central Europeo volvía a reducir los tipos de interés por, sobre el papel, miedo a la deflación. Esa bajada del 0.15% al 0.05% remataba un periodo de caída histórica del precio del dinero y que, en el caso de la última década resultaba aún más acentuada.
Es en este contexto en el que debemos comenzar a situar el movimiento de la rentabilidad de los depósitos. Si por ejemplo tomamos como referencia el año 2012, donde encontramos depósitos a 12 meses en el entorno del 2.60% de rentabilidad media, vemos que los tipos de interés se mantenían en el 0.75% (venían de tres rebajas sucesivas durante el año 2011) estamos en este escenario ante el rendimiento más elevado de los últimos años, si hoy hiciéramos este mismo ejercicio comprobaríamos como, por ejemplo, un depósito a 13 meses con una rentabilidad del 1.15% se enfrenta a un precio de dinero del 0.05%; hay distancia pero no tanta como a priori pudiera parecer.
Otra cuestión relevante en este punto es tener en cuenta la referencia media de la evolución del euribor durante los últimos años, el índice de referencia que se vinculan la gran mayoría de productos bancarios es realmente un medidor del pulso del mercado interbancario en lo que a préstamos de dinero se refiere; si tomamos como referencia el momento que se considera crucial en el estallido de la crisis en 2008, comprobamos que entonces el indicador alcanzaba sus máximos históricos por encima del 4%, en la actualidad se sitúa en el 0.031%, muy lejano desde luego.
La presión de batir a la inflación
En el contexto anterior debemos también situar la importancia de las previsiones en relación a la inflación. Para el ámbito europeo se prevé el cierre del ejercicio con una inflación en torno al 06%, mientras que, no son pocos los analistas que sitúan en este caso el cierre de 2014 en nuestro país en torno al 0.2% de inflación. En un proceso de desinflación, cercano teóricamente a la deflación, realmente el objetivo de batir a la inflación con la rentabilidad de los depósitos (algo que siempre está en la base de la contratación de estos productos) puede lograrse a pesar obviamente de tratarse de unas circunstancias anómalas.
Perspectivas para el futuro de los depósitos
Las perspectivas inmediatas para las imposiciones a plazo, al menos en lo que resta de 2014 y en buena parte de 2015, no auguran desde luego un alza de la rentabilidad teórico. Obviamente los movimientos económicos pueden generar en este sentido algún movimiento también en las remuneraciones de los productos garantizados a plazo, sin embargo, no existe esta previsión, e incluso, no son otras las voces que apuntan a todo lo contrario, es decir, las rentabilidades de estos productos pueden perfectamente seguir bajando en los próximos meses.
Es difícil establecer si existe o no una frontera para esta caída, lo que parece desde luego probado es la dificultad de regresar a las rentabilidades de años anteriores en un futuro próximo, aunque, como hemos comprobado, la distancia proporcional de la rentabilidad entre unos períodos y otros no es tanta, e incluso, dependiendo de las lecturas, podríamos afirmar que las rentabilidades medias (desposeídas del nivel cuantitativo y analizadas sólo en su contexto inmediato) pueden ser incluso superiores a los años en los que se mostraban rentabilidades mucho más elevadas.
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