Los warrants son opciones negociables que cotizan en las Bolsas de Valores. Otorgan a su poseedor el derecho, pero no la obligación, mediante el pago de una prima, a comprar (call warrant) o vender (put warrant) una cantidad determinada de un activo a un precio prefijado a lo largo de toda la vida del mismo o en su vencimiento.
Dichos valores son emitidos por una entidad a un plazo determinado que actualmente está comprendido entre uno y tres años.
Existen dos clases de warrants:
- Call Warrant: o Warrants de Compra, que dan el derecho a su tenedor a comprar un activo subyacente al precio de ejercicio establecido.
- Put Warrant: o Warrants de venta, que dan derecho a su tenedor a vender un activo subyacente al precio de ejercicio estipulado. Este tipo de warrants se adquirirán cuando exista la expectativa de que el activo subyacente vaya a disminuir.
Estos instrumentos se adquieren de acuerdo a la expectativa que tenga el inversor con respecto al precio del activo subyacente. El Call se adquiere si estima que el activo subyacente vaya a subir, y el Put si estima que el activo subyacente vaya a disminuir.
El precio de ejercicio o strike del activo subyacente viene determinado por un conjunto de variables que le van afectando en cada momento a lo largo de su vida y hasta su vencimiento. Entre estas variables encontramos:
- precio de contado del activo subyacente
- fecha de vencimiento
- tipo de interés
- dividendos a pagar por el activo subyacente sobre el que se emiten
- volatilidad del activo subyacente.
El warrant se utiliza para acciones de cobertura de riesgos sobre una cartera. También sirve para trazar una estrategia de inversión. Pero sobre todo, se usa para ganar dinero.