El llamado Banco Malo es una de las exigencias con la que deberá cumplir nuestro pais para poder acceder a la recuperación del financiero español.
Pero, ¿Qué es un banco malo?. Concretamente, el banco malo será una sociedad que se encargará de aglutinar todos los activos tóxicos del sistema financiero.
Así, con última reforma financiera aprobada el pasado 31 de agosto se aprobó la creación de esta nueva figura financiera, denominado banco malo. De esta forma, y siguiendo a otros países de la UE, desde el 1 de diciembre próximo deberá comenzar a operar la Sociedad de Gestión de Activos (SGA), una sociedad público-privada que se encargará de gestionar los activos tóxicos o problemáticos que tienen ahora los bancos en balance, en su mayoría activos inmobiliarios.
Dicho de otra forma, será una sociedad que gestione los activos ajenos al puro negocio bancario (sobre todo inmobiliarios) de los que las entidades se están mostrando incapaces de desprenderse. Es decir, podría definirse como una sociedad financiero-inmobiliaria que gestionará únicamente activos problemáticos de la banca.
El objetivo del banco malo es poder quitar la carga que tiene las entidades financieras para que puedan reaccionar más rapidamente ante su salida de la crisis. Por este motivo su buen funcionamiento será una de las claves para la evolución de nuestra economía.
De esta forma, el llamado banco malo absorberá los activos adjudicados por impago de deuda (pisos y suelo) y los créditos problemáticos ligados al promotor. Este tipo de inmuebles y préstamos son calificados como lo más tóxico del sector y lo que está lastrando las actuales cuentas de la banca.
El banco malo estará compuesto por una participación máxima del Estado del 50%, con lo cual el otro 50% del capital estará en manos privadas, donde los bancos españoles más sanos, Santander, BBVA y CaixaBank, probablemente serán los mayores inversores.
De hecho, el Gobierno ha abierto la puerta a la posibilidad de dar incentivos fiscales a quien quiera participar en el capital de esta entidad, y es posible también que el Fondo de Garantía de Depósitos pueda entrar en el accionariado.
La misión del banco malo será tomar los activos tóxicos de los bancos nacionalizados (Bankia, Novagalicia Banca, Catalunya Caixa y Banco de Valencia), por los que pagará a las entidades con dinero en efectivo, deuda o acciones, para más tarde venderlos.
El Ministerio de Economía tiene hasta finales de noviembre para culminar la regulación del banco malo (SGA), por lo cual antes del 30 de noviembre, el denominado banco malo tendrá que haber captado capital suficiente como para cubrir la mitad de los activos que traspasen entidades nacionalizadas.
Para los bancos afectados, esta institución servirá de oxígeno ya que conseguirán liquidez por activos que hoy no pueden vender o acciones de la sociedad. Por su parte, para el banco malo, el negocio estará en la posible venta de los activos a un mayor precio, con lo que la clave del éxito radicará en el precio de venta que ponga esta nueva entidad a los activos segregados.
En principio, el banco malo contará con un plazo de entre 10 y 15 años para vender el «ladrillo» de las entidades que hayan recibido dinero público.