Conseguir un crédito se ha convertido en una tarea algo más que complicada para la mayoría de españoles. Los bancos han endurecido sus condiciones de financiación y cada es más caro y más difícil acceder a su dinero. Por eso, cada vez son más los usuarios que buscan fórmulas alternativas como los créditos rápidos, la ampliación de la hipoteca o la reunificación de la deuda.
Sin embargo, la acuciante necesidad de financiación por parte de muchos pequeños inversores y ahorradores está favoreciendo la aparición de nuevas fórmulas de préstamo hasta ahora inexploradas en España. Se trata de los préstamos entre particulares. A diferencia de los prestamistas de toda la vida, en este caso no se trata de personas adineradas que conceden préstamos en condiciones abusivas o con cláusulas muy peligrosas para el patrimonio del prestatario, sino más bien lo contrario. Aprovechando el auge de las redes sociales y las posibilidades que ofrece internet, estas compañías ponen en contacto a usuarios con necesidades de financiación y personas dispuestas a prestarles dinero. Además, previamente se aseguran de la solvencia de los quienes solicitan dinero.
Es fácil preguntarse dónde está el beneficio de prestar dinero frente a inversiones en productos financieros más tradicionales. La respuesta es sencilla: en el rendimiento que ofrecen, ya que es posible prestar dinero a un interés más alto que el rendimiento de muchos depósitos. Además, no sólo se beneficia el prestamista, sino también el prestatario, que obtiene un crédito en condiciones normalmente más favorables que las que ofrece un banco y sin tener que afrontar comisiones.
El negocio todavía está en su fase embrionaria en España y es necesario acudir a empresas internacionales como Zopa.com o Proster.com en el caso de particulares.