El punto de partida para la planificación de las finanzas personales es el mismo entre hombres y mujeres, estamos hablando de las cuestiones básicas que tienen que ver con los productos financieros; las comisiones, las rentabilidades, los productos comunes… sin embargo a partir de ahí existen diferencias a veces leves y otras importantes.
Y es que, existen cuestiones que marcan estas diferencias, cuestiones como una mayor esperanza de vida para las mujeres, con un sueldo medio (desafortunadamente) aún inferior al de los hombres…
Pueden parecer cuestiones no tan relevantes, pero, cuando se trata de la decisión personal sobre la propia economía toman un peso notable. Vamos a repasar alguna de las mayores diferencias en la planificación de las finanzas personales entre hombres y mujeres. Para ello tomaremos diferentes datos e impresiones surgidas de diversos estudios en los últimos años.
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La gestión del tiempo
Se trata de un tema importante y en el que además las diferencias son relevantes. En la planificación de su economía personal el hombre tiene más tendencia a valorar cuestiones como la velocidad en las gestiones, tratar de obtener rentabilidades en espacios cortos de tiempo, buscar las mejores tendencias de mercado corto plazo en la inversión… está claro que esto se elabora de una medida, no todos los hombres son iguales, pero como tendencia es bastante acertada.
Por el contrario la mujer maneja una percepción a más largo plazo del tiempo. Trata de buscar el equilibrio de los objetivos, y tiene una visión de futuro a mucho más largo plazo de medida que el hombre por lo que es más propensa a productos de ahorro jubilación por ejemplo, donde tal vez no sea tan importante una política agresiva de inversión y si una gestión constante de las finanzas personales.
La elección en el asesoramiento
Aquí encontramos no sólo una diferencia en el perfil, sino también un comportamiento del sector bancario y de las finanzas en general que obliga prácticamente a estas diferencias de perfil. A la hora de la elección de asesoramiento para las finanzas personales son muchos los estudios que hablan de las dificultades de las mujeres a la hora de obtener lo que realmente necesitan en este sentido.
Resulta muy interesante un estudio realizado en el año 2011 sobre 550 mujeres norteamericanas todas con más de 1 millón de dólares de patrimonio. Las encuestadas en un porcentaje realmente alto manifestaban haber experimentado en ocasiones falta de respeto, y en muchas ocasiones condescendencia por parte de la industria de los servicios financieros y más concretamente por parte de la figura del asesor financiero. Aquel estudio concluía que el 95% de aquellas mujeres de alto patrimonio utilizaban los servicios de la asesoría financiera pero no confiaban en ellos.
La seguridad
En la balanza de quien busca mayores niveles de seguridad en sus finanzas personales, y por tanto la planificación de las mismas, la diferencia entre perfiles de nuevo es muy importante. Se da por aceptado que la gestión del patrimonio propio por parte de las mujeres concede mucha más importancia a las condiciones de seguridad futura y presente de su patrimonio que a otros elementos.
Esta situación, aun pudiendo considerarse positiva en una previsión se refiere, ha generado a decir de varios estudios de reciente cuño en Estados Unidos, un exceso de precaución que inmoviliza en exceso el patrimonio. Pongamos un ejemplo; apostar de manera constante por el mercado de dinero por el miedo a la volatilidad de los mercados, a la larga puede resultar simplemente que la propia inflación acabe comiéndose el rendimiento del dinero.
Por tanto en este caso esta diferencia aun siendo interesante porque constata la teórica mayor prudencia del perfil femenino en la gestión del patrimonio propio, puede acabar volviéndose en su contra si se aplica en exceso.
