El nuevo gobierno está ávido de dinero. Será que es muy necesario, no solo aplico la subida de impuestos más abrupta de los últimos tiempos, sino que tambien acaba de lanzar una serie de medidas tendientes a cobrar esos impuestos. El Plan Antievasion y Antifraude Fiscal ya esta en marcha
El nuevo plan antifraude y antievasion fiscal 2012 ya está en marcha. El Ejecutivo intensificará los controles en la economía sumergida, aumentará la vigilancia aduanera así como la colaboración entre Estado y CCAA. Todo ello en pos de lograr aumentar la recaudación fiscal en torno a unos 8.000 millones de euros.
Si el Ejecutivo consigue recaudar esos 8.000 millones extra (que equivalen al 0,8% del PIB), podrían contribuir a la reducción del déficit fiscal en 8 décimas. Y ese es el principal objetivo del Gobierno de Rajoy, que no ahorra medidas para lograrlo.
Limitacion de pagos en efectivo
La principal novedad es que España emulará a Francia e Italia al limitar el pago con dinero en efectivo. Esto quiere decir que, a partir de una cierta cantidad de dinero, que fuentes gubernamentales indican que puede rondar entre 1.000 y 3.000 euros, se obligará a empresas, profesionales y, probablemente también, particulares a pagar a través de transferencias bancarias o tarjetas de crédito.
Con esta medida se pretende que las operaciones comerciales dejen siempre un rastro que dificulte la utilización de dinero negro. Esto significa, por ejemplo, que si una persona cualquiera, un consumidor, compra un articulo en un bazar, si lo hace en efectivo el comerciante puede o no emitir factura, ya que esa operacion no queda registrada en ningún otro lado que no sea la contabilidad del contribuyente.
Pero si en esa misma compra el consumidor paga con una tarjeta de crédito, esa operacion queda asentada en los registros de la tarjeta y del banco, siendo muy facil el entrecruzamiento de datos, tanto del comerciante y sus ventas declaradas como del consumidor y su nivel de gastos que se corrobore o no con su Declaracion de Renta
Más sabuesos de la Agencia Tributaria en la calle
Obviamente, toda esta movida en cuanto a mayores impuestos y mayores trabas a la evasión fiscal tiene que estar apoyada con un control mucho más estricto. Asi, la Agencia Tributaria ya ha anunciado que mandará más inspectores a la calle, como si fueran sabuesos que husmean en los negocios en busca de ventas o dinero no declarado.
Asi, lo que se buscará es sobre todo el fraude fiscal producto de la no declaración de ventas realizadas y de la no registración de empleados. Lo que en la jerga se dice la «economía sumergida».
Intercambio de información
Hacienda mantendrá y reforzará una operación que ya está en marcha y que contempla la inspección de locales que, si bien no están registrados como negocios, presentan un consumo eléctrico sospechosamente elevado. En este sentido, contarán con la ayuda de las empresas de suministro eléctrico, que transfieren periódicamente a la Agencia Tributaria esta información que la Inspección empezó a utilizar a finales del pasado año. Estos datos, también servirán para descubrir a contribuyentes que obtienen rentas por alquiler y no las declaran.
Por otra parte, el Fisco también recurrirá a los datos que les facilitan las entidades financieras para detectar economía sumergida. Actualmente, bancos y cajas de ahorros informan al Gobierno de todos los cobros con tarjeta superiores a 3.000 euros realizados por empresarios profesionales.
En definitiva: el cerco de los evasores se achica cada vez más, pero hay algo más que debemos hacer: con tanta subida de impuestos y de presión fiscal, los contribuyentes tenemos el derecho de saber fehacientemente en que se gasta el dinero. Nuestro dinero, por ejemplo, mantiene millonarios sueldos y a muchos funcionarios que simplemente no hacen nada.
Y tambien mantiene los millonarios pagos de los intereses de la deuda soberana, mayormente en manos de especuladores. Exijamos que el dinero que nos quita el Estado en concepto de impuesto se gaste, por ejemplo, en mantener un buen sistema de salud y no para rescatar bancos y cajas de ahorro quebrados.