Antes de desarrollar el presente artículo queremos dejar constancia de una realidad que es la mejor muestra de lo difícil que puede llegar a ser entender bien el mercado del oro, una realidad que pasa por las diferencias irreconciliables en la postura ante el oro de algunos de los principales gurús de las inversiones, baste ver por ejemplo en los últimos meses los movimientos de Paulson o Soros para entender esto.
En los últimos años hemos encontrado posturas ciertamente irreconciliables como decíamos a la hora de entender no sólo el modelo de inversión en oro, sino también la posición adecuada para acceder al mismo, posiciones que van desde aquellos que deciden comprar oro sea cual sea la posición de éste en el mercado, aduciendo más que una inversión una compra de riqueza en la que resulta necesario que una parte de los activos sean oro físico, y por otra los movimientos especulativos de grandes inversores en la compra de oro, que han realizado movimientos de anuncio de caída de precios, lo que en un mercado con un porcentaje de inversor especulativo tan amplio como el del oro, genera a la más mínima bajada una avalancha de compra de futuros sobre oro.
Debemos partir sobre bases sólidas a lado de plantearnos la compra de oro físico como inversión, una de ellas es que, efectivamente, el precio del oro no tiene en absoluto por qué disminuir, al contrario, la necesidad de la conservación de parte de la riqueza de manera física garantiza en el fondo el precio del metal precioso, sin embargo a la vez se desenvuelve en un mercado altamente especulativo en el que, no es desde luego la mejor de las inversiones, pero, como indicamos anteriormente, no estamos comprando inversión, estamos comprando diversificación de la riqueza con certeza de rendimiento.
Por tanto, no existe una recomendación tipo que abarque a todo grupo de posible comprador de oro físico, aquellos satisfechos en general con la evolución de sus carteras y que disponen de activos suficientes para los mercados especulativos, pueden hacer un planteamiento de diversificación de la riqueza en este sentido, sin embargo, aquellos otros inversores más preocupados por el rendimiento, envueltos en los vaivenes del mercado, tal vez no lleguen a encontrar en el oro físico ese valor refugio que, en general equivocadamente, se le viene a atribuir.
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