La capital británica, uno de los centros financieros más importantes de Europa y de todo el mundo, podría incrementar su actividad y su peso en este sector gracias a la adopción de nuevas medidas ideadas para devolver a la ciudad muchos de los atractivos para la banca que, a lo largo de los últimos años, han permanecido ocultos bajo un muro opaco de supervisión y control.
Y es que según se ha hecho público recientemente, los bancos españoles y extranjeros podrían a partir de ahora gozar de facilidades para abrir sucursales en Londres, después de años de estar sometidos a intensa vigilancia debido a la crisis económica y financiera.
El Reino Unido querría dejar de ser una isla en cuanto a finanzas, y por ello el supervisor bancario de este país, conocido como Prudential Regulation Authority, se está planteando realizar algunas modificaciones para motivar la llegada de la banca internacional a la capital británica en aras de convertirla en una ciudad más atractiva financieramente y con el objetivo de incrementar las operaciones y el comercio entre países.
A falta de conocer con exactitud cuáles serán esas modificaciones, en qué medidas se concretarán, y cuál será el alcance de las mismas, podría suceder que las sucursales ya instaladas en Londres de bancos no pertenecientes al área económica de la Unión Europea se vieran obligadas a cumplir nuevos requisitos para continuar operando.
En estos momentos, y según cifras obtenidas del Banco de Inglaterra, se calcula que las oficinas de entidades bancarias extranjeras presentes en el Reino Unido suponen alrededor de 2,4 billones de libras, que representa algo menos de la tercera parte del total de 7,9 billones de activos bancarios del país.
Seguro que mientras se dan a conocer las actividades concretas que se autorizarán a partir de ahora para los bancos extranjeros, muchas entidades ya se encuentran preparando su asalto a la City.