La tasa española de inflación armonizada, el casi famoso IPC de Octubre 2009, medida igual en todos los países de la zona euro, ha moderado su caída y se situó en el -0,6%, cuatro décimas por encima de la de septiembre, pese a lo cual los precios encadenan ocho meses de caídas consecutivas.
Esta racha de periodos con inflación negativa -ya podemos decir que es una pequeña deflación– es la primera en la historia del indicador, desde que comenzó a medirse allá por 1997. Pero si nos alejamos un poco en el tiempo, y tenemos en cuenta los datos homologados con anterioridad, con otra forma de medir la inflación, vemos que hace 47 años que no sucedía algo así.
El descenso de precios de octubre es consecuencia, al igual que ocurrió en septiembre, del abaratamiento de los alimentos y los automóviles, así como de la moderación registrada por el precio de hoteles, cafés y restaurantes. Todo esto ocurre por una sencilla razón: la recesión que azota a España.