Hacia las comisiones cero

 

La banca puso en marcha en 2005 y 2006 numerosas campañas comerciales con las que abaratar el cobro de comisiones e incluso eliminarlo, con el claro objetivo de fidelizar a los clientes y premiar su vinculación con la entidad.

El gratis total en el mantenimiento de cuentas corrientes, transferencias, ingreso de cheques o emisión de tarjetas es un camino arduo y difícil. Hoy en día esta política cero, existe, pero con limitaciones en función de la vinculación del cliente y con numerosas excepciones, que varían según la política comercial de cada entidad.

Las comisiones que aplica la banca a sus clientes son siempre motivo de encendido debate y de desconfianza. La polémica se ha reavivado en los últimos tiempos, cuando la Comisión Europea emitió un informe que aseguraba que los servicios financieros españoles son de los más caros de la UE, sólo por detrás de Italia.

El vínculo con la entidad financiera es hoy por hoy, la puerta de acceso a la eliminación del cobro de comisiones.

El requisito mínimo para la exención en el pago de las comisiones, es la domiciliación de la nómina. Pero si no está en el grupo de clientes con nómina, el mantenimiento de la cuenta corriente cuesta 10 euros por trimestre y la tarjeta de débito, 17 euros anuales en promedio.

En algunos casos es necesaria una vinculación de mayor peso, como contratar la hipoteca o efectuar una aportación mínima anual al plan de pensiones.

Sin embargo, la política de comisiones cero que con todas sus excepciones puede aplicarse al mantenimiento de la cuenta, suele dejar fuera los descubiertos.

La tarifa media que cobra la banca, teniendo en cuenta los máximos que se comunican al Banco de España y que no necesariamente son los que se aplican al cliente, ronda un porcentaje del 3,5%, con un importe mínimo de 10,62 euros, para los casos de descubiertos.

Otro de los filtros que utilizan las entidades en la aplicación de comisiones es el saldo medio en la cuenta. Muchas entidades vinculan la exención de comisiones al mantenimiento de ciertos niveles de dinero en la cuenta, si dicha condición no se cumple, se aplican comisiones.

Algunas entidades han optado por la aplicación de una tarifa plana que engloba el cobro de servicios financieros, aunque sin compensar el atractivo de las políticas comerciales de comisiones cero que paralelamente ofrecen las entidades frente a casos particulares.

Las políticas comerciales en las que se ha eliminado el cobro de comisiones conviven con la realidad que muestran los datos del Banco de España. Las tarifas comunicadas al regulador crecen cada año. Así, partiendo de los máximos, la comisión media por mantenimiento de la cuenta de ahorro se ha encarecido en lo que va de año el 5,63% y el 13,06% desde diciembre de 2007. La comisión media por tarjeta de crédito está en los 33,3 euros, casi dos euros más que a comienzos del año y cinco euros por encima del precio de diciembre de 2007.
Todo esto es posible debido a la letra pequeña de los servicios financieros.

La gratuidad de los servicios financieros de la banca por Internet, fuerza a las entidades bancarias a liberar progresivamente a sus clientes más vinculados del cobro de comisiones, como fórmula con la que recompensar su fidelidad y evitar su marcha a la competencia. Sin embargo, este proceso es lento, ya que la disminución de la rentabilidad torna más complicado que las entidades financieras sacrifiquen esta fuente de ingresos.