Hace ya varios meses, el mundo entero daba las gracias por el Rescate de Grecia. Con la economía helénica en ruinas y un gran problema financiero en sus cuentas, la Union Europea, cuan Dios del dinero, acudió a ayudar a su socio menor, no porque este lo necesite, ya que eso no es de su incumbencia, sino porque la misma Union Europea lo necesitaba.
La ayuda de 110.000 millones de euros provenientes del FMI y de la UE llegó a Grecia por el módico precio de ajustar el cinturón a su ya sufrida población y sumirla en una pobreza estructural durante décadas. De esa manera, Grecia no sería la oveja negra de la familia europea, no incurriendo en un impago de características épicas, el más grande desde Argentina en 2001.
Ahora bien. La «Ayuda«, tal como la llamaron, no es gratis. No deja de ser un simple préstamo que debe ser devuelto, porque en la actualidad, nadie en la humanidad ayuda al otro «despreocupadamente» (estamos hablando de ejecutivos o burócratas, no de la gente común, que si lo hace).
¿Que sucederá cuando el paquete de ayuda expire, allá por el año 2013? Grecia quedará endeudada en la módica proporción del 160% de su PBI, teniendo que pagar un promedio de unos 70.000 millones de euros anuales durante los próximos 10 años. No se usted, pero yo que a veces sumo y resto (solo a veces) me doy cuenta que es una aventura épica comparable con la Odisea de Homero.
Ninguna medida estructural correctiva permitirá hacer frente a semejantes pagos sin compartir parte de la carga de la deuda con los acreedores. Dicho de otro modo, haga lo que haga Grecia no alcanzará y deberá hacer una reestructuración de su deuda.
La deuda griega suma unos 330.000 millones de euros, y ello a pesar de haber eludido la quiebra mediante el mayor rescate de la historia hace tan solo 7 meses.
No hay que ser Einstein para ver lo que puede suceder: por los próximos dos años, y a causa -entre otras- del tremendo ajuste fiscal impuesto por el FMI y la UE, la economía griega está llamada a contraerse, y cuando vuelva el crecimiento, este será muy lento. Como pueden ver, habría que hacerse una pregunta: ¿como va a pagar Grecia su deuda cuando esta llega al 160% de su PBI, en una economía que se está contrayendo y que no produce nada por esta causa?
En toda Europa, los gobiernos son concientes de que cualquier iniciativa semejante a una reestructuracion podría tener consecuencias nefastas para los bancos franceses, alemanes y británicos que tienen la mayoría de los bonos griegos, pero tal como estan las cosas, la reestructuracion tal vez no debería focalizarse solo en Grecia y tendría que plantearse como una terapia grupal que abarque a toda la periferia de Europa, léase Irlanda, Portugal, Italia y España.