Situados en el contexto de los bajos tipos de interés mantenidos por el Banco Central Eurpeo desde el inicio de la crisis, más tras la reciente nueva reducción a un 0,5%, (nuevo récord histórico) los pequeños ahorradores deben enfrentarse a un problema (del que muchos ni siquiera son conscientes): la escasa rentabilidad de su dinero. Los depósitos tradicionales o renta fija, al ser comparados con la inflación, presentan unos rendimientos cercanos al cero, cuando no son directamente negativos.
Este hecho debería hacernos plantear la posibilidad de llevar nuestro dinero hacia productos más rentables, como los fondos de inversión. Que nadie se asuste; por «osadas» que puedan parecer estas tres palabras en nuestras mentes, existen multitud de fondos de inversión configurables para cada tipo de cliente en función de sus prioridades y mayor o menos aversión al riesgo.
La mayoría de entidades bancarias han creado productos diferenciados basados en renta variable (mayor riesgo, mayor rentabilidad), fija, y combinaciones de ambas. Hoy, por ejemplo, os vamos a hablar de los Fondos Naranja de ING. El banco holandés ofrece a posibilidad de configurar tu inversión para diversificar tu cartera de valores y elegir tu exposición al riesgo.
Para quien no quiera complicarse o no se atreva a configurar por sí mismo su inversión, también existe la posibilidad de elegir tres modalidades de Fondo Naranja Perfil; el Conservador, Moderado y Dinámico, clasificados de menor a mayor riesgo. Cada uno de estos perfiles presenta una rentabilidad y un porcentaje de exposición al riesgo diferentes, para tratar de encajar con los distintos tipos de inversor.
Cabe señalar, como dato anecdótico, que la modalidad que mayores rendimientos ha ofrecido en los últimos años ha sido la más conservadora, posiblemente debido a los descalabros y vaivenes de la bolsa.
Podéis consultar más información en la página web de ING.