Las finanzas corporativas son un elemento determinante si nuestro objetivo es acumular riqueza.
En esencia, lo que una empresa corporativa busca es que el precio de la empresa aumente, esto es, que lo que vale sea mayor. Esta es la función que pretenden cumplir las finanzas corporativas. Se encargan de pequeños gestos de día a día, como lograr sacar más provecho a las ganancias o cuidar las inversiones de la entidad.
Finanzas corporativas: definición
Se trata de un término que siempre ha sido amplio y cada vez lo es más con la introducción de las nuevas tecnologías. Pero en resumidas cuentas, las finanzas corporativas son aquellas que se encargan de sacarle el máximo provecho a las opciones económicas de una empresa.
Por ello, unas finanzas corporativas de altos resultados deberán tener como base la toma de decisiones adecuadas y la búsqueda de valor en todas las acciones de la entidad. Hay dos tipos de decisiones a destacar en este modelo de finanzas:
- Corto plazo: Las decisiones a corto plazo están especialmente dirigidas para los activos (circulantes) y los pasivos. Con los activos se busca la mejora de la rentabilidad y el rendimiento sobre los mismos. Con los pasivos la idea es aprovechar mejor la financiación.
- Largo plazo: En este tipo de acciones se buscan distintos escenarios en los que aprovechar situaciones, en especial las relacionadas con las inyecciones de capital. Se permite el uso del capital de la entidad o de terceros.
Cómo llevar a cabo finanzas corporativas
Hay ciertos pasos y recomendaciones a seguir a hora de llevar a cabo tus finanzas corporativas, pero lo primero que hay que tener en cuenta es que no todas son iguales.
Las valoraciones
La valoración se trata de hacer un cuadro muy determinado de la situación económica de la empresa, es de vital importancia, porque depende la conclusión que obtengamos de aquí, sabremos cuales son las finanzas que más nos convienen. Con este marco general podremos analizar los riesgos, la rentabilidad y el beneficio general de la operación. Hay mil maneras de analizar la rentabilidad de las operaciones, desde la valoración de la deuda, hasta la valoración y análisis de las formas de inversión, creación y valoración de nuevos proyectos, análisis de riesgos…
Gestionar el capital de riesgo
Cuanto más valor tiene la empresa en el mercado más importancia adquieren las finanzas corporativas y una buena gestión de las mismas. La gestión del capital de riesgo es una parte primordial de este proceso.
Debemos saber que el capital de riesgo es lo que hace que una empresa inversora compre activos de la empresa que los emite. Todos estos movimientos financieros son los que hacen que surjan las oportunidades para la empresa, por mucho que al final del día sigan suponiendo un riesgo a correr, ya que en numerosas ocasiones ese capital de riesgo viene en forma de empresa emergente.
Introducción de nuevas tecnologías
Las nuevas tecnologías han entrado como un huracán en el panorama de las finanzas. Ejemplo de ello son la importancia que están adquiriendo las empresas del ámbito tecnológico en el mundo de las finanzas y cómo las están cambiando.
Hasta el momento sabemos que la tecnología combinada con el mundo de las finanzas es una herramienta muy poderosa. Hay mil formas en las que la tecnología está tomando partes en unas finanzas más eficaces, desde los procesos de automatización básicos, que ayudan a aligerar y mejorar los procesos, hasta cosas más complejas como la inteligencia artificial, las cadenas de bloques, las transacciones P2P, los canales de financiación alternativa…
Por ello, unas buenas finanzas deben estar aliadas con las tecnologías para unos resultados mejores, más eficaces y controlados. Son herramientas muy útiles para generar valor y riqueza desde los beneficios de una forma fácil.
Muchas veces, necesitamos hacer cálculos y operaciones más complejas donde están en juego variables como la volatilidad del mercado. En estos casos, es de vital importancia un conocimiento básico sobre la interacción y volatilidad de los mercados. debemos saber que unas buenas finanzas corporativas deben tener conocimientos sobre los mercados de capitales, pero también sobre conceptos en los entornos de inversión, como actúan los mercados y su economía…
En conclusión, las finanzas corporativas son clave y suponen una gran diferencia al ahora de reevaluar nuestra entidad o empresa. Una buena gestión de las finanzas corporativas debe cubrir, además, todos los frentes, desde la rentabilidad y sus opciones hasta la previsión de futuro a corto y largo plazo.