Una de cada 10.000 usuarios que reciben el molesto y nunca solicitado spam, sobre ofertas de servicios y productos, terminan por adquirir uno de esos servicios o productos.
Actualmente los hackers parecen (no todos, pero sí en un porcentaje alto), interesados por obtener dinero por medio de la utilización de los datos bancarios o los números de las tarjetas de crédito, a diferencia de cuando años anteriores la mayoría realizaban intrusiones en diferentes sitios como un desafío personal o hacia otros hackers. Por esto se ha generado un mercado negro o paralelo de datos robados.
Existe lo que se llama Phishing: obtención de los datos bancarios y contraseñas por medio de Internet. Este tipo de ataques en lo referido a cantidad se produjo un descenso, pero en cambio se especializaron.
Sin dudas se puede notar como han mejorado la suplantación de los sitios Web de las entidades bancarias o el desvío que se realiza como fin de redireccionar al usuario a un sitio falso pero con características que parecen verdaderas de un banco u otra entidad financiera, al estos usuarios querer entrar a la página original de su banco o entidad.
No solamente el robo de datos tiene como fin el spam, ya que también se los utiliza a fin de poder extraer el dinero de las cuentas.
Pero si alguna vez se pregunta como consiguen sus datos si nunca respondió una encuesta o rellenó un formulario de esa empresa que le está ofreciendo su inigualable producto o sus ventajosos servicios, es bueno tener idea de cómo se llegan a obtener sus datos. Dé los menos datos personales posibles, no brinde información de más. Hay que estar alertas.