Hay una fiebre del euro: todos ahora quieren ser parte de esta ola. Pero como ocurre en muchas inversiones, el que quiere entrar en el momento de esplendor tiene más chance de perder que de ganar. El gran interrogante es si la relación euro-dólar todavía tiene margen de ganancia para la divisa europea frente a la norteamericana. Y todo indica que el momento de las grandes ganancias ya pasó.
Si bien el euro parece tener una fuerza imparable, hay indicadores en el sentido de que el boom ya pasó. Las previsiones que realizan los expertos dicen que de aquí en más empezará la reversión de la tendencia. No es que los fundamentals de la economía europea generen gran preocupación, sino que la depreciación del dólar en el mundo estaría llegando a su piso. No se descarta volatilidad en el corto plazo, pero ante la consulta de como se moverá el mercado cambiario, la respuesta tiene consenso: para el largo plazo, mejor los dólares.
Expertos bursátiles explican que el dólar podría estar llegando a un piso, pero dependerá mucho de las decisiones inmediatas y futuras de la Fed. Si sigue bajando tasas, el dólar se debilita y la gente se pasa a otras monedas, que es lo que fue pasando hasta ahora. El euro estaría llegando a un techo: debería bajar a entre 1,40 y 1,55; de lo contrario, las consecuencias para Europa serían nefastas: entraría en recesión y no podría vender su producción a nadie. Esto explica cierta desaceleración en la economía europea y algunos puntos de inflación.
La cotización de una moneda es el reflejo de de la política económica de un país y de los fundamentals que se lleva a cabo. La Fed tiene el mandato dual de velar por el nivel de actividad y la estabilidad de precios; en cambio, el BCE tiene como objetivo controlar la inflación.
En ese contexto puede suponerse que el crecimiento de los Estados Unidos rondaría 2% este año y el próximo, y la Fed podría subir entonces la tasa hasta 4,25%. El dólar cotizaría a 1,40 contra el euro en los próximos seis meses y a 1,30 por euro dentro de un año. Pero si el crecimiento de la economía norteamericana estuviera debajo del 1%, la paridad más probable sería de 1,65 dólares por euro.
En fin, con estas hipótesis al euro le quedaría un recorrido alcista en el corto plazo, pero a un año el dólar debería recuperar en parte su hoy depreciado valor respecto de las principales divisas.