Hablar de invertir en oro puede sonar raro para un inversor acostumbrado a colocar su dinero en activos ‘tradicionales’, como las acciones de una compañía o los bonos corporativos. Pero el oro es uno de los indicadores más fiables de la situación económica mundial, puesto que los inversores institucionales lo buscan como un lugar de refugio cuando algo se tuerce, como sucede con cierto tipo de deuda soberana, como la alemana.
Las mejores perspectivas que el año pasado tuvo la economía mundial, a pesar de sus vaivenes, significó un descenso de la demanda. Según el último informe del Consejo Mundial del Oro, la demanda total de oro físico se redujo un 4% respecto a 2013, hasta las 3.923,7 toneladas, mientras que la oferta del metal precioso se mantuvo estable en las 4.278,2 toneladas, lo que indica que los inversores dispusieron de una sobreoferta del producto dorado, con una caída del precio de la onza.
Este exceso de oferta se produjo como consecuencia del incremento de la producción minera, que alcanzó un nivel histórico durante el año pasado, ya que los inversores habían decidido invertir en oro desde 2013 para cubrir sus inversiones en un momento de tensión en los mercados.
Esto significó que, a finales del año pasado, el precio de la onza de oro se hubiera revalorizado un 7,5%, llegando a alcanzar los 1.300 dólares por onza en el comienzo de 2015, impulsado otra vez por la incertidumbre de los mercados, con la crisis de Grecia como telón de fondo y con los inversores pendientes de la subida de tipos en Estados Unidos.
De hecho, los ETP o productos cotizados sobre el oro (que son el equivalente a los fondos cotizados o ETF) vieron entradas de dinero por valor de casi 137 millones de dólares durante la semana de negociaciones de la Comisión Europea con los dirigentes griegos, según ETF Securities, mientras que el anuncio de acuerdo para ampliar en cuatro meses el programa de rescate financiero de la economía helena supuso una salida de 33 millones de dólares. Todo un indicativo de la volatilidad del oro según el mercado ve señales de alarma o no.
Y es precisamente esta volatilidad y las previsiones de que el precio del oro disminuya hasta casi los 1.000 dólares o menos por onza a lo largo de este año, según los analistas de distintas firmas, lo que permite a los inversores plantearse si puede ser una buena apuesta estratégica invertir en oro para aprovechar después la recuperación de su precio. Hacerlo mediante ETP o CFD puede ser una buena opción. En el segundo caso, se pueden establecer niveles de alerta para controlar mejor la inversión.
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Autor: José Ruiz
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