El oro, ese metal precioso que deslumbra a cualquier persona, no ha perdido su estatus de “máximo valor refugio”.
El metal había cerrado el año 2007 con un alza cercana al 31% con respecto al 2006, y en este nuevo año que comienza sigue su carrera alcista, superando por primera vez en su historia el valor de 900 dólares la onza trío. En 2 semanas el oro subió lo que los especialistas sugerían para todo el año.
¿Las razones de este empujón?
Las razones hay que buscarlas por dos lados: la oferta y la demanda. Las empresas mineras no tienen actualmente capacidad para hacer frente al incremento del consumo. Y la demanda de este particular metal se mueve por varios factores. El principal: varios problemas geopolíticos se han deteriorado, especialmente en Nigeria y Pakistán, y las materias primas y commodities se han convertido en refugios en un mundo peligroso.
Además, el oro, como valor, es donde los inversores buscan protección frente a la debilidad del dólar, el temor a la inflación y las incertidumbres que pesan sobre otros activos.
La demanda también se mueva gracias a que los países de la OPEP se siguen refugiándose en el oro ante los vaivenes del dólar y otras divisas, y que los fondos de inversión se están posicionando lentamente en diversas materias primas, especialmente en oro y crudo.
Los analistas subrayan que el oro es muy volátil, tanto en años alcistas como bajistas, por lo que es un buen elemento pero de diversificación. Asimismo, hay una ley casi matemática que dice que cuando el dólar se debilita, el oro sube su valor y viceversa.