Parece que esta crisis le está viniendo como anillo al dedo al Fondo Monetario Internacional. Luego de un lustro en el que paso casi desapercibido y sin pena ni gloria por el Mundo Financiero, nuevamente volvemos a escuchar de él gracias a la crisis.
Desde el comienzo de la debacle financiera mundial, el FMI contrajo compromisos para prestar cerca de US$50.000 millones a Pakistán, Islandia y varios países de Europa Oriental. Y se estima que con el paso de los meses se tendrá que involucrar más en el salvataje de algunos otros países.
En este contexto, el Fondo Monetario Internacional está completando un préstamo de US$ 100.000 millones por parte de Japón y considera emitir bonos por primera vez en su historia, como parte de un esfuerzo para duplicar los recursos financieros que tiene a su disposición para luchar contra la crisis global.
Si bien el FMI dispone de unos 200.000 millones de dólares para prestar, considera que quizá no sean suficientes si la crisis encrudece, y está examinando emitir bonos para ayudar a recaudar parte de los US$150.000 millones que el FMI desea, aparte del préstamo japonés.
Aunque el Banco Mundial lleva mucho tiempo financiándose a través de bonos, el FMI depende de aportes de sus países miembros para su financiación. El FMI está considerando vender algunos, quizás la mayoría, de los posibles bonos a bancos centrales y otras agencias del gobierno en vez de al público general, según una fuente al tanto.
¿La mala costumbre de pedir prestado se está generalizando? parece que sí.