El Banco de España cobrará una tasa a las entidades financieras para sufragar el coste derivado de los test de estrés a los que todas ellas deberán someterse antes de que el Banco Central Europeo asuma su nueva competencia como Supervisor Bancario Único en la Unión Europea. La realización de las mencionadas pruebas tendrá un coste de 32,64 millones de euros, lo cual constituye la razón por la que el Gobierno ha decidido instaurar esta cuota.
Así se desprende de una de las 37 enmiendas presentadas por el Partido Popular en el Congreso para la nueva Ley de Ordenación, supervisión y solvencia de las entidades de crédito, en la que se establece que cada banco deberá abonar un 0,01048 por mil del importe de los activos totales de los grupos consolidables en los que estén integrados los sujetos pasivos declarados al Banco de España al término de 2013. La tasa deberá sufragarse mediante un único pago el 31 de diciembre de 2014, y la cantidad recaudada se destinará al pago de los gastos relacionados con la realización de pruebas de estrés de los bancos, que llevarán a cabo empresas auditoras externas por un importe total de 32,64 millones de euros.
Esta evaluación general es una prueba de obligado cumplimiento que deberán realizar todas las entidades de crédito con la imprescindible colaboración de las autoridades de cada país de la Unión Europea, que deben encargarse de la ejecución material y de la sufragación del coste de las mismas. Las pruebas se realizarán con carácter previo al momento en el que el BCE asuma finalmente la competencia como supervisor único de la banca europea.