Los analistas consideran que Repsol está en camino de recortar el dividendo que abonará con cargo al ejercicio de 2009. Esta percepción comenzó a aflorar en la medida que se conocía el desplome de los beneficios del primer semestre del año, pero que ahora toma más cuerpo.
Pese a una cierta mejora en los últimos meses, no se ha producido un giro en los resultados y el cómputo anual puede arrojar una disminución de las ganancias en el entorno del 40% respecto a 2008. Además, la anhelada desinversión parcial o total en YPF, que habría aportado una fuerte liquidez, no parece que vaya a materializarse a corto plazo.
En este contexto, se estima que la rebaja estaría en el orden del 15% al 20%, y que desde los 1,05 euros brutos pagados por los beneficios de 2008 podría llegar hasta 0,85 euros. Incluso, UBS apuesta en un informe por un descenso hasta los 0,70 euros.
El reparto del dividendo a cuenta, que se abona en enero, se aprueba normalmente en un consejo de administración que se celebra en diciembre. Se espera que esta medida tan impopular esté a la vuelta de la esquina.