Casi todas las economías desarrolladas -España es una de las pocas que no- están saliendo de la gran crisis financiera de 2008-2009. Sin embargo, el costo ha sido enorme. De hecho, los planes de estímulo de demanda -mediante la inyección de siderales sumas de dinero a la economía- que han desarrollado estos países han disparado su deuda pública.
España también ha enfrentado esta crisis con niveles de emisión de deuda nunca antes visto. Es más, según estimaciones de la Actualización del Programa de Estabilidad 2009-2013 que ha remitido el Gobierno a Bruselas, la deuda pública española alcanzará el 74,3% del Producto Interior Bruto (PIB) en 2012 más del doble en términos relativos que en 2007, cuando marcó un 36,2% del PIB,
Se estima que la cifra de deuda pública en 2012 llegará a 812.472 millones de euros. Y teniendo en cuenta las estimaciones demográficas del Instituto Nacional de Estadística para ese año, cada español tendría una deuda -en términos per cápita, no real- de 17.584 euros.