Sin duda las vacaciones es uno de esos momentos en los que se entabla un verdadero tour de force entre lo sensato y lo que apetece, que no siempre es sensato. Esto traducido de otra manera tiene que ver con el título del artículo, ya que efectivamente este debate entre lo que realmente nos podemos gastar en vacaciones y lo que debiéramos gastar en vacaciones es desde luego una de las mayores dudas relativas a las finanzas domésticas en este periodo del año.
No se trata ya sólo de cómo ahorrar en vacaciones de verano, que también, sino de ser capaces de calcular y ajustar realmente nuestra economía cotidiana a unos gastos que necesariamente las vacaciones van a generar, y que siempre no van a responder necesariamente a lo que podemos asumir, aunque lo podamos desear.
Va a resultar muy complejo que nos pongamos todos de acuerdo sobre cuál es realmente el gasto medio de los españoles en vacaciones. Todos los años se multiplican los estudios y encuestas en este sentido, y al final del verano suele ser bastante fiable el dato que el Instituto Nacional de Estadística sobre proporcional, mientras tanto, de entre todos estos estudios resulta bastante interesante el que presentaba el mes pasado fotocasa. En aquel estudio se nos trasladaba que de las encuestados, más de 10,000 de diversos perfiles, el presupuesto medio de vacaciones tenía una horquilla amplia entre los 1000€ y los 2000€.
Por porcentajes, el 37% presentaba un gasto en vacaciones de entre 300 y 600 euros semanales, mientras que el 36% pagaba entre 100 y 300€ a la semana: En este cálculo el primer porcentaje representaría unos 2000€ mensuales de media y el segundo unos 1000€.
¿Sin embargo estas cifras son aplicables realmente de manera general? Obviamente no. Si pueden acercarnos a los costes medios más o menos reales de unas vacaciones estándar, sin embargo, la situación real de las economías domésticas en nuestro país es lo suficientemente compleja como para que resulte muy difícil establecer que estas medias sean realmente representativas de la realidad de la mayoría.
¿Cuánto te puedes gastar en tus vacaciones? ¿Y cuánto debes gastar?
Realmente se trata de una cuestión de sensatez. No existe un porcentaje recomendado, no existe ninguna vía del buen gasto vacacional más allá del sentido común que nos lleva a no asumir más exceso de gasto que aquel que podamos reconducir en breve espacio de tiempo y sin un esfuerzo extraordinario.
Esto significa que, efectivamente para la mayoría de las familias españolas irse de vacaciones supone un esfuerzo, pero, si ese esfuerzo va a suponer un deterioro notable de las economías familiares durante un periodo de tiempo importante, tal vez haya que revisar nuestro modelo de vacaciones. No es infrecuente aquellos que se enganchan a la deuda de financiar unas vacaciones que, por cierto, al cabo de pocos meses, si no se encuentran compensadas chocarán de plano con otro de los gastos grandes del año; las Navidades.
Por tanto, para terminar, no existe un libro mágico, se debe gastar en función de lo que se dispone, y por tanto se deben elegir las vacaciones acorde al bolsillo de cada uno, es evidente que es una conclusión obvia, pero, si atendemos a la enorme cantidad de productos de financiación que se solicitan precisamente para poder pagar las vacaciones, es una conclusión obvia a la que no todo el mundo desea llegar.
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