Los préstamos rápidos son realmente un recurso más dentro de las diferentes opciones de financiación a las que podemos acceder. Sin embargo, también como el resto de opciones de financiación, son más adecuados en unas circunstancias que en otras. Veamos cuando realmente son útiles estos préstamos.
De entrada antes de contratar préstamos rápidos debemos siempre tener claro qué es lo que estos productos ofrecen: generalmente se trata de financiación media, en plazos muy rápidos en relación a otras ofertas y que, bien manejados, es decir cumpliendo con los plazos de amortización, no van a suponer un coste superior al de otro modelo de financiación.
Sin embargo, a la vez, debemos tener claro que se trata de un producto que mal manejado puede generar problemas, pero, no más que cualquier otro producto crediticio como por ejemplo las tarjetas.
Los momentos en los que estos productos son más adecuados, lógicamente, responden a las características particulares que presente, es decir, cuando necesitamos cantidades pequeñas o medianas a financiar, y cuando las necesitamos en un plazo corto de tiempo.
Cumpliendo ambas necesidades los préstamos rápidos se tornan en un producto eficaz, ya que, su capacidad de respuesta suele ser muy superior a la de la tramitación habitual de un crédito estándar.
Por otro lado debemos tener en cuenta que las principales compañías crediticias que manejan un catálogo amplio, es decir, que no se limitan a un único modelo crediticio, pueden ajustar mejor el producto a la necesidad del usuario, e incluso vamos a poder encontrar modelos de préstamos directamente asociados a determinados segmentos de necesidad financiera, por ejemplo, para un viaje, para un instrumento musical, para un equipo informático…
En definitiva estamos ante un producto que puede ser realmente eficaz, que generalmente es más rápido que la financiación tradicional y que necesariamente no tiene por qué ser más caro, siempre y cuando respetemos las condiciones del contrato. Debemos recordar en cualquier caso, que esta especie de imagen mal entendida de créditos a los que se puede acceder sin ningún tipo de garantías o incluso en situaciones crediticias complejas por parte del usuario, no es real, es cierto que los análisis de riesgo pueden ser un poco más tolerantes con el usuario que otros modelos de préstamo, pero, por supuesto, también estarán presentes en los préstamos rápidos.