En una época como la actual en la que la banca electrónica gana terreno constantemente a la hora de las operaciones bancarias cotidianas, resulta normal que un producto como los préstamos se haya adaptado a estas operativas y pueda ser solicitado desde el propio hogar. ¿Cómo funcionan estos préstamos? ¿Qué tipos hay? ¿Son mejores o peores que los préstamos offline? Se trata de preguntas que trataremos de responder en este artículo.
De entrada debemos constatar que, casi del mismo modo que sus homónimos offline, en estos últimos años de sequía crediticia no ha crecido mucho el volumen de oferta de estos productos salvo en segmentos concretos. Hemos visto modificaciones, lanzamientos de productos coincidente con la retirada de otros, pero, en general, no hay un crecimiento amplio de la oferta como ocurre con otros productos bancarios online.
¿Qué son?
Se trata de productos de financiación cuya solicitud y trámites básicos se realizan a través de Internet. Existen diferentes modalidades pero básicamente todos reúnen una serie de características comunes a la hora de la solicitud;
- Solicitud a través de formulario online
- Respuesta a las posibles demandas de documentación añadida
- Formalización online y disposición en caso de aceptación
Debemos hacer notar que las entidades financieras proponen muy diversos modelos en este sentido. Vamos a encontrar desde productos cuya solicitud puede ser a través de la red pero que requerirán de un proceso offline para su formalización final hasta prestámos completamente en red en todos sus tramites
¿Qué ventajas presentan?
Fundamentalmente la comodidad. Debemos tener en cuenta que con el envío en red de la solicitud nos evitamos un trámite offline que, además, puede no ser positivo.
¿Qué tipo de préstamo necesito?
Otra de las ventajas teóricas es la actividad de los trámites. Realmente en lo que se refiere a trámites de gestión de productos esta actividad existe, sin embargo, en lo que hace referencia al acceso a la financiación es más relativo y depende de las políticas de las entidades. Generalmente es en los préstamos mini donde más agilidad en conjunto vamos a encontrar.
¿Son mejores que los préstamos offline?
Salvando los aspectos ya citados de comodidad y agilidad realmente no vamos a encontrar una gran diferencia en lo sustancial. Es decir la misma medida de intereses que puede presentar un préstamo solicitado sucursal es la que vamos a encontrar generalmente en los préstamos por internet.
Por otro lado existe una imagen un tanto distorsionada sobre la valoración de riesgos de este tipo de productos, en la que se tiene una percepción de mayor facilidad de acceso a financiación. Esto es erróneo, las entidades aplicarán los mismos criterios en ambos casos las mismas solicitudes de documentación y avales en caso de considerarlo necesario, por lo que no existe diferencia reseñable en general en este apartado ya que las ventajas derivadas de cuestiones como la vinculación también se reciben en ambos formatos del mismo modo.
Los préstamos mini
Se consideran a todos los efectos un caso aparte. Si bien responden a los protocolos habituales de solicitud de financiación a través de Internet, ni sus propias características de financiación de pequeñas cantidades para pequeños plazos de amortización, ni en general la no aplicación de intereses en favor de comisiones variable en función de la cantidad solicitada y el periodo de amortización, tiene que ver con el conjunto de la oferta de préstamos online de las entidades financieras.
Se trata por lo general un producto caro destinado al último recurso en caso de necesidad de una pequeña financiación.
En resumen
Así como en otros productos bancarios las ventajas de la contratación a través de Internet son más evidentes, en el caso de los préstamos a parte de la comunidad de la solicitud inicial no hay muchos elementos aún que distancien las ofertas que podemos obtener en las sucursales.