Las opciones binarias son un tipo de opciones financieras que básicamente permiten contratar el derecho, pero no la obligación, de comprar o vender un activo por un precio específico pactado ya de antemano. De esta forma, nos encontramos con un precio de ejercicio y un vencimiento.
En el caso de las opciones binarias, también conocidas como opciones digitales, estas ofrecen un retorno fijo o FRO en sus siglas anglosajonas en caso de cumplirse el criterio de la opción. Esto se debe a que existen dos resultados posibles para cada acción binaria que el inversor conoce antes de adquirir la opción de compra. Para acercarnos a este producto nada mejor que un ejemplo. Si queremos invertir en Microsoft podemos comprar acciones de la compañía o, en su defecto, una opción binaria por una cantidad de 100 euros. Si apostamos porque las acciones terminarán la jornada con subidas y así ocurre ganaremos el retorno pactado. En caso contrario, se perderá también la parte de la inversión pactada.
En el caso de anyoption.com, podremos ganar un 71% con esta operación, por lo que al final del día tendríamos 171 euros, o perder el 85% del capital si no acertamos.
La ventaja de las opciones binarias frente a las opciones tradicionales reside en que el riesgo está limitado y sabemos de antemano el dinero que podemos ganar o perder, algo que no ocurre por ejemplo en Bolsa, donde se puede llegar a esfumar toda la inversión. A la hora de invertir en este activo es muy importante tener en cuenta el vencimiento, más incluso que el precio pactado. Y es que será determinante establecer un marco temporal adecuado. Por regla general, las opciones binarias cuentan con plazos de vencimientos relativamente cortos, ya que así se permite a los inversores un mayor control de la dirección que puede tomar el mercado.
Estamos ante un tipo de inversion que puede usarse como cobertura de otras operaciones y que está eminentemente enfocado al corto plazo. Así, se puede utilizar para cubrir una inversión en Bolsa que no esté funcionando como debería o en cualquier caso para minimizar pérdidas. Si queremos hacerlo bastará con comprar una opción que siga la dirección contraria a la de nuestra primera alternativa.
Imagen – James Cridland en Flickr