Los fondos de inversión son un producto financiero bastante conocido. Sin embargo, su funcionamiento resulta extraño aún para muchas personas.
Un error bastante habitual que cometen los usuarios, es confundir los fondos de pensiones con los de inversión. Y es que, efectivamente, se trata de fondos que tienen mucho parecido entre sí. Sus principales rasgos en común son que los dos resultan ser patrimonios que se basan en el conjunto de aportaciones que hacen los partícipes, un tipo en concreto de ahorrador. Y, además, los dos se pueden invertir de manera colectiva en ciertos activos financieros.
Sin embargo, la función principal de los fondos de inversión es canalizar la actividad producida por los planes de pensiones. Estos últimos se pueden encontrar abiertos a todo tipo de usuarios, siendo de sistema individual, o bien su uso se reserva a determinados colectivos, como es el caso de los sistemas de empleo o asociados. El objetivo que persiguen es garantizar una buena jubilación, además de otros aspectos, como pueden ser la muerte del usuario o la incapacidad permanente.
Por otro lado, un fondo de inversión tiene una disponibilidad para todo tipo de clientes, al mismo tiempo que se utilizan como un instrumento de ahorro, y en la mayor parte de los casos ni siquiera necesitan recurrir a las coberturas que hemos mencionado antes.
Qué tipos de fondos existen
Existen gran cantidad de fondos diferentes, que se distribuyen en multitud de categorías para adaptarse a las necesidades de inversión de los usuarios. En función del mercado en el que operen y el tipo de activos que compren, será una categoría u otra. Los inversores pueden elegir entre comprar fondos de renta fija, variable, fondos inmobiliarios, y un largo etc.
La clave de todo esto es informarse debidamente sobre cuál es la política de inversión del fondo que se quiere adquirir, ya que en base a ella es cómo va a funcionar la entidad gestora con la que realicemos todas nuestras operaciones. Por esta razón es importante saber exactamente cómo va a funcionar el fondo que nos interesa. Una vez que tengamos todo claro, las probabilidades de éxito serán mucho mayores.
Cómo es el riesgo en los fondos de inversión
Respecto al riesgo que existe en los fondos de inversión, te recomendamos que tengas claros tres aspectos que resultan muy importantes, por encima de todo.
Para empezar, el riesgo es completamente inevitable. Es decir, no existe un caso en el que no vayamos a sufrir pérdidas de algún tipo, y ninguna entidad o fondo puede garantizar esto, porque de lo contrario, te estarían engañando.
Además, ten claro que si quieres obtener rentabilidad en tus finanzas, debes asumir riesgos. Cuanto mayor sea el riesgo a correr, más rentabilidad puedes llegar a obtener, pero también existen muchas probabilidades de perder dinero con la operación. Por lo tanto, si tu perfil de inversor es más conservador que el de la media, no será este el tipo de inversión que quieras asumir. Para eso existen gran variedad de fondos diferentes, para adaptarse a cada perfil y circunstancia del usuario.
Por último, cabe destacar que la Comisión Nacional del Mercado de Valores ha creado un indicador numérico que nos indica la cantidad de riesgo y rentabilidad de los que dispone cada fondo. El indicador va desde el 1, siendo muy poco el riesgo al invertir, hasta el 7, el mayor nivel de riesgo que puede haber por inversión. La metodología será exactamente igual en todas las entidades en las que contratemos nuestro fondo.