Cómo Fintech está cambiando el mercado financiero

Está claro que esta industria financiera no sólo ha llegado para quedarse, sino también para revolucionar el mercado. Veamos los motivos.

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La mejor manera de entender cómo funciona la situación actual, es remontándonos casi una década. Justo después de la crisis económica y financiera del año 2007/2008, las autoridades bancarias de todo el mundo se arriesgaron para proporcionar modelos de financiación más seguros a sus usuarios.

En el momento en que las autoridades bancarias buscaban inyectar capital en los bancos y remozar un sistema bancario con grandes agujeros, daba comienzo una verdadera revolución que tiene dos objetivos principales: proponer un modelo seguro para las finanzas y mejorando la experiencia del eslabón más débil en las operaciones bancarias: el cliente final.

El crecimiento Fintech

Lejos de resultar una curiosidad surgida al calor de la red, las Fintech se han convertido en una auténtica nueva generación de empresas que apunta directa al propio corazón de la industria financiera, y gana valor día a día.

Podríamos establecer incluso un paralelismo entre el enorme crecimiento en el momento fenómeno de las empresas Tech, con la velocidad a la que está creciendo la propuesta Fintech. Actualmente ha dejado de lado por completo la fase de expectativa y se ha convertido en una realidad palpable en la que, la economía colaborativa gana enteros como punta de lanza.

Debemos situar las cosas en su contexto. A pesar de recortar la distancia en cuanto a volumen de operaciones, la banca todavía le come mucho terreno en la economía doméstica de las personas en cuanto a productos financieros.

No obstante, la realidad es que la revolución que ha supuesto el Fintech, y dentro de él los préstamos colaborativos, vienen para quedarse y para modificar cada vez en mayor medida las finanzas.

Cómo ha mejorado y mejorará el Fintech el mercado financiero

Han mejorado el mercado financiero fundamentalmente en tres puntos:

El primero de todos ellos es la mejora constatable la reducción de costes y la calidad de los servicios financieros. Dejando completamente de lado los costes rígidos de la banca tradicional, la oferta de servicios financieros mejora ostensiblemente tanto en calidad como en costes.

Esto implica una revisión a medio plazo de la banca tradicional en cuanto a sus conceptos y costes de financiación. Dicho en otras palabras, los préstamos colaborativos no sólo mejoran los servicios financieros por sí mismos, ganando cada vez más cuota de mercado, sino que además, obligan a la banca tradicional a mejorar su oferta.

En segundo lugar, encontramos el punto de vista desde la financiación. Por supuesto, esta revolución tecnológica ha traído consigo un modelo más inteligente de la evaluación de riesgo. Veremos interpretaciones diversas y abiertas, siempre impulsadas por los datos en red, que disponen de una gran ventaja sobre los sistemas de evaluación tradicionales basados exclusivamente en puntajes crediticios.

Los préstamos entre personas superan las evaluaciones de los algoritmos matemáticos. Esto, que es importante para cualquier perfil de usuario, resulta fundamental para negocios o empresas pequeñas y para aquellas personas con necesidad de financiación que se encuentran en los márgenes del sistema bancario. La evaluación del riesgo a partir de datos en el mundo online resulta mucho más correcta que la evaluación personal de un único agente que se basa en análisis crediticio puro y duro.

Claramente, esto obliga a la banca tradicional a replantearse a corto y medio plazo el modelo de relación con sus clientes. No nos resulta ninguna casualidad el enorme interés por apostar por la cercanía que muchas entidades bancarias ya han puesto en marcha. Es un modelo de simulación del peer to peer, al que aún le queda mucho recorrido.

El tercer y último punto trata de que la democratización de la financiación colaborativa trae consigo un nuevo pasaje de acceso al crédito, además de un nuevo escenario para los inversores.

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El futuro fintech

Lo cierto es que, tanto para aquellas personas que invierten en financiación colaborativa a título particular, como desde los conceptos fundacionales de las empresas Fintech, se eluden al menos dos riesgos fundamentales de la banca tradicional. Por un lado el apalancamiento y por otro lado los vencimientos coincidentes.

Llevando a cabo el análisis del funcionamiento de los bancos, podemos ver como estos toman el pasivo a corto plazo y lo convierten en activo a largo plazo: depósitos e hipotecas como ejemplo. En Fintech inversor y ahorrador se relacionan de manera directa e inmediata. Alguien que presta dinero compromete ese dinero exclusivamente hasta el pago final, asume su riesgo de impago y no especulan más allá.

Eliminar a la banca tradicional por completo, es una misión casi imposible para las Fintech, al menos por el momento. No obstante, no se puede negar que las finanzas han cambiado de forma notable, y que van a seguir haciéndolo tal y como la economía digital les exija en las próximas décadas.

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