Internet se ha copado con aplicaciones o nuevas páginas web que nos brindan su sabiduría financiera de manera gratuita o que nos la venden a un precio irrisorio. En la red tenemos todo para convertirnos en cinturones negro del ahorro.
Hace unos años, concretamente en 2008 cuando la crisis apenas era un esbozo de lo que devendría, en la parrilla televisiva asomaba un programa titulado “Ajuste de cuentas” donde diferentes familias, sin pudor por mostrar sus desacatos al ahorro y con unas finanzas que amenazaban ruina, sometían sus andanzas de gasto a un experto en el ramo que les ayudaba a poner coto a sus dispendios. Desde luego, semejante programa, que emitía Cuatro, ahora resultaría todo un referente que congregaría a miles de televidentes deseosos de que alguien les revelase las claves para aprender a remontar unos “empinados” números rojos. Seguramente, si estos expertos permaneciesen en la brecha televisiva aconsejarían asumir ciertas pautas como tratar de reducir al máximo el uso de tarjetas de crédito o un truco muy poco divulgado como mantener el congelador lleno, puesto que éste consume más cuando no se encuentra repleto y con el consumo eléctrico no se juega, ¿verdad? En definitiva, pequeños secretos que redundarían en algo más de dinero para cubrir otros agujeros que no perdonan que nos hagamos los suecos. Por supuesto, nuestro gasto (pues algunos desembolsos son inevitables) no solo depende de un buen ramo de medidas ahorradoras, pero quizás necesitemos ahondar en ciertas estratagemas para tratar de convertirnos en cinturones negro del ahorro.
Así, a falta de estos programas de la televisión donde los gurús del ahorro nos regalan sensatas pautas para aplicar en nuestro día a día y no incurrir en más gasto, Internet se ha copado con aplicaciones que nos brindan su sabiduría financiera de manera gratuita o que nos la venden a un precio irrisorio.
Por lo tanto, aquellos que necesiten que les despachen consejos deberían optar por aplicaciones como Mi presupuesto, Money, Fintonic o la española Supertruper; todas ellas comprometidas con enseñarnos el camino del ahorro y que no nos adentremos en bosques de deudas y despilfarros.
Por ejemplo, Supertruper, empeñada en que toda la “trupe” se sume al ahorro, nos permite conocer dónde se encuentra más barato un producto tan solo enfocando el código de barras de éste con nuestra cámara. De esta manera, contribuye al “bueno, bonito y barato” y nos libra del horror de darnos de bruces con el producto de marras a un precio más módico en otro establecimiento cuando ya no podemos recular en nuestra compra.
Además, si estás al corriente de alguna ganga, la aplicación recompensa que compartas esa información privilegiada con el resto de la “trupe” que, por supuesto, también te pasará las chuletas sobre precios y ofertas que solo ellos conocen. Por no mencionar aquellos programas que aunque no te pongan las cuentas en orden, te dan el chivatazo de la gasolinera más barata y próxima como Gasolinapp.
Pero es cierto que a veces, por mucho empeño que se ponga en ello, necesitamos una liquidez de la que carecemos. En esos casos, también forma parte de la naturaleza del ahorrador estar al tanto de los cauces crediticios más rápidos y eficaces como los préstamos personales que otorgan empresas como Cashper o Disfruting. Así, Cashper, que se autodefine como ese amigo financiero que te presta su solvencia en casos de adversidad, pues despacha créditos hasta un valor de 500 euros a la velocidad con la que Billy el Niño desenfunda su arma y sin que medien avales. Una de las principales ventajas que se desprenden de sus préstamos personales es que nos hallamos ante unas pequeñas pero vitales cantidades, cuya devolución podemos asumir sin demasiado esfuerzo y sin desandar el camino del ahorro.
Por su parte, Disfruting con su servicio Tu coche + dinero aboga por prestarte dinero con tu coche como aval. Eso sí, seguirás disfrutándolo y, según aseguran, solo deberá pagar el cliente una “módica” cuota mensual. Por supuesto, se establecen unos requisitos como que el automóvil sea un “jovenzuelo” de no más de 7 años de antigüedad y en 24 horas, el dinero obrará en tu cuenta. Si te ves abocado a ellos, ya sabes, lee letras tanto pequeñas como grandes y seguro que acabas ejecutando una de las mejores jugadas financieras.
Aparte de todas estas tretas para postularte como el reyezuelo de una cuenta de ahorro saneada, existen otras maneras de convertirte en cinturón negro del ahorro como los vales descuento. En esta línea, prosperan en Internet portales como Ahorradoras.com; todo un maná de trucos y maneras de escaquear euros a la factura del supermercado a través de oportunos vales descuentos y tretas varias.
Sin embargo, ten cuidado pues tu afán ahorrador puede convertirte en el protagonista de la versión española de un programa como “Supertacaños” y “Quiero mi descuento”, ambos emitidos en el canal Discovery Max y que pone el foco sobre un nuevo mal: la obsesión por el ahorro y la austeridad.
Autora: Ana Durá