Los tipos de interés, que mide bajando los últimos años, se encuentran muy bajos desde hace tres años. Es cierto que se especula con una subida, ligera, a principios de 2020, pero, parece que al menos durante un periodo de tiempo relativamente largo, se mantendrán bajos.
Desde la primavera del año 2016 los tipos de interés están en mínimos del 0%. Como ya hemos citado se prevé una ligera subida para comienzos de 2020. Sin embargo, a medio plazo, la normalización de la política monetaria lleva a que el proceso para la subida de los tipos de interés esté siendo muy gradual. Es decir, el entorno de intereses bancarios bajos va a seguir durante una temporada larga.
Por qué son tan importantes para tu bolsillo los tipos de interés
El tipo de interés viene a reflejar el precio de un banco tiene que pagar para obtener financiación del Banco Central Europeo en este caso. Dicha institución influye sobre los precios fijados en los tipos de interés a corto plazo, con los que presta dinero los bancos comerciales.
Cuando la entidad modifica los tipos de interés influye tanto sobre la cantidad como sobre el coste de los créditos que llegan a través de los bancos comerciales a mercados, es decir, a las empresas y a los particulares. Por tanto, la importancia que tiene para la economía en general es grande. Pero, también es una de la importancia que tiene para nuestro bolsillo ya que la influencia directa sobre la financiación siempre nos acaba afectando.
Cómo afectan los tipos bajos
No todas las consecuencias de los tipos de interés bajos son malas a primera vista. Sobre el papel, cuanto más baratos que el precio de dinero, más crédito y más fácil obtenerlo, y, sobre todo, más barato. Si además, tenemos en cuenta que la facilidad de depósito al BCE se encuentra en estado negativo, teóricamente, las entidades financieras deberían preferir abrir el grifo de los préstamos a tenerlo depositado con un coste. Esta es la teoría, la práctica se aleja bastante de dicha teoría.
Por otro lado, desde el punto de vista de un producto tan extendido como las hipotecas referenciadas al Euríbor, las revisiones van reduciendo el coste de vida a la relación que existe entre este índice de referencia de los tipos de interés. Aunque el año pasado aumentó ligeramente, sigue realmente lejos de hace tan sólo unos pocos años. Si tomamos como ejemplo que el Euríbor a comienzos de 2019 se encontraba por debajo de 0%, y a comienzos del año 2008 estaba cerca del 4,5%, entendemos esta distancia.
Teóricamente el dinero que se ahorra la hipoteca, y el abaratamiento y facilidad de acceso a los préstamos, y el dinero sobrante ahorrado las hipotecas, debería entrar dentro de la rueda de consumo, es decir, debería ser dinero que destinado al consumo favorece a las empresas y al ciclo comercial. Esto es teoría, como hemos dicho la realidad es un tanto diferente y aunque el abaratamiento de las hipotecas un hecho, también el aumento del consumo, lo cierto es que no existe una relación proporcional como parece que debería existir.
Cosas malas para tu bolsillo de los interés bajos
Para el ahorrador conservador, con miedo a asumir riesgos, que el precio del dinero esté tan bajo es sin duda una mala noticia. Basta tomar como referencia los depósitos a la vista para comprobar cómo la rentabilidad de los últimos años es tremendamente baja, con, el riesgo del coste por depósito a particulares planeando sobre la banca europea desde hace un par de años.
Cuando un producto de ahorro no es capaz de batir el IPC, no sólo no rentable sino que empieza a ser malo para el bolsillo del ahorrador, ya que, técnicamente pierde dinero. Ésto es un debate sobre la pérdida de valor del dinero en relación al aumento del IPC, pero lo cierto es que con unos tipos tan bajos, por poco que su validez de la diferencia ya es notable.