Ultimamente, más precisamente desde el comienzo de esta crisis financiera sin fin, estamos escuchando mucho el término bono basura. ¿Pero que es precisamente un bono basura?
Un bono basura es, básicamente, un bono de grado especulativo. Se encuentra clasificado por debajo del grado de inversión al momento de compra. Dicho de otra forma, son bonos de baja calidad crediticia.
De esta forma, los bonos basura son los que presentan un riesgo mayor que otro tipo de bonos como pueden ser los emitidos por el Estado, y como compensación ofrecen un tipo de interés muy elevado. De aquí deviene su nombre ya que el nivel de riesgo de estos bonos sobrepasa todos los límites de una inversión común y corriente.
Estos bonos se diferencian de los de grado de inversión porque tienen un alto riesgo de suspensión de pagos u otros eventos crediticios adversos, pero típicamente pagan más dividendos que los bonos de mejor calidad para hacerlos atractivos a los inversionistas.
¿Quienes otorgan las notas para las calificaciones financieras? Las agencias de ratings internacionales, como Standard & Poor’s, Moody’s, y Fitch.
Las agencias de calificación o agencias de rating, son las encargadas de, en este caso de bono basura, les conceden una baja calificación crediticia.
Estas agencias de rating son entidades privadas especializadas en el análisis crediticio de los estados soberanos, bancos, compañías de seguros y todo tipo de productos financieros. Son intermediarias de la información, y sus conclusiones sobre la capacidad de una compañía para hacer frente a sus obligaciones financieras, a corto y largo plazo, quedan reflejadas en el «rating».
Su objetivo es orientar a los inversores sobre la toma de decisiones, pero sus calificaciones y comentarios no son ni mucho menos de obligado cumplimiento.
De esta forma, los Bonos clasificados como BBB- y más arriba, de acuerdo a los ratings mencionados, son llamados bonos de grado de inversión. Los bonos clasificados por debajo del grado de inversión en su fecha de emisión son llamados bonos de grado especulativo, o literalmente bonos basura.
Las deudas clasificadas muy bajas (BB o inferior) ofrecen mejores rendimientos, haciendo a los bonos especulativos vehículos de inversión atractivos para algunos inversores. Sin embargo, algunos fondos de pensión y otros inversionistas institucionales como bancos y compañías aseguradoras tienen prohibido invertir en bonos que estén clasificados por debajo de un cierto nivel de riesgo.
Como resultado de estas inhibiciones estatutarias, los bonos con clasificaciones bajas tienen una base de inversionistas diferentes que los bonos de grado de inversión.
Recientemente, varias emisiones de participaciones preferentes recibieron una clasificación BB, lomque significa que, técnicamente, presentan riesgos de impagos en una proporción más o menos considerable. Por esta razón, nuestros compañeros del blog de Fondos de Inversión simplemente las llaman Preferentes Basura.