Invertir con garantías. Este es el sueño de muchos españoles hoy en día ante las constantes noticias de inestabilidad en el sector financiero. A priori, la opción más socorrida con los depósitos bancarios, sobre todo ahora que las entidades financieras se encuentran sumidas en una guerra por el pasivo y hay ofertas más que interesantes. Sin embargo, las recientes quiebras bancarias y operaciones de salvamento de bancos teóricamente fuertes hace dudar hasta al menos alarmista. ¿Qué opciones quedan entonces? Las letras del tesoro.
La inversión en letras del tesoro fue una de las más habituales durante muchos años, pero cayó en desuso con la sofisticación del mercado financiero y la posibilidad de lograr mayores rentabilidades a través de otros productos ligados a la renta variable. Ahora la incertidumbre y sobre todo su rentabilidad están haciendo que vuelvan a tenerse en cuenta como alternativa de inversión. La principal característica de las letras del tesoro es que están respaldadas por el Estado, es decir, que es el propio país quien responde por esta inversión. La pregunta es ¿puede quebrar un país? Seguramente sí, aunque si la octava economía del mundo se va a pique poco importará donde tengamos nuestro dinero.
Las letras del tesoro son activos de renta fija a costo plazo representados exclusivamente mediante anotaciones de cuenta. Se emiten mediante subasta pública y la inversión mínima es de 1.000 euros y cada petición superior a esa cantidad debe de ser a su vez un múltiplo de 1.000 euros. La emisión de los valores se lleva a cabo al descuento, lo que implica que su precio de adquisición es siempre inferior al que el inversor recibirá en el momento del reembolso, es decir, los 1.000 euros. Así, el beneficio será la diferencia entre el valor de reembolso de la letra (1.000 euros y su precio de adquisición.
Las inversiones se pueden realizar para diferentes periodos temporales, aunque casi siempre a corto plazo, ya que las emisiones son a 6, 12 y 18 meses. Sin embargo, es posible invertir en periodos inferiores. Todo dependen del mercado al que se acuda a negociar. En este sentido las letras del tesoro pueden suscribirse en el mercado primario, es decir, en el momento de su emisión, o en el secundario. En el último supuesto, el inversor puede acudir a este mercado secundario y colocar su dinero a un plazo inferior. Sólo hay que adquirir una letra que haya sido emitida antes. Por ejemplo, para una inversión a nueve meses puede hacerse con una letra de 12 meses que haya sido emitida tres meses antes. Hay que tener en cuenta que al negociarse en el mercado secundario las letras del tesoro están expuestas a cambios en sus precios, aunque al tratarse de valores a corto plazo, sus variaciones son generalmente limitadas.
Como se puede apreciar se trata de un mecanismo de inversión muy sencillo, al igual que el de contratación. En este sentido hay tres fórmulas básicas para comprar letras del tesoro. La primera pasa por acudir a una de las sucursales del Banco de España, donde el pago se realiza en efectivo o mediante un cheque. También es posible contratarlas a través de una entidad financiera, aunque en este caso habrá que hacer frente a las comisiones de compra y venta del banco. Por último, la página web del Tesoro Público ofrece la posibilidad de contrataras online, aunque exige un certificado de usuario digital
La rentabilidad de las letras del tesoro varía en función del plazo dela inversión. Las rentabilidades en la última subasta fueron las siguientes:
- Letras a 6 meses: 3,921 %
- Letras a 12 meses: 4,298 %
- Letras a 18 meses : 3,9 %
A esto hay que añadir una fiscalidad favorable ya no existe retención a cuenta sobre su rendimiento, aunque después hay que ‘dar’ un 18% de los beneficios a Hacienda