Hay veces que uno necesita de un monto de dinero con suma urgencia: imprevistos, roturas o falta de ingresos hacen que a muchas personas no les alcance el dinero para todos los gastos. Hay una solución muy simple para esto: conseguir más dinero. Y hay varias formas de conseguirlos. No, no hablo de ir a la ruleta ni al hipódromo. Muchos menos de tomar algo de otra persona sin su consentimiento. Hablo simplemente de conseguir un préstamo.
Si nuestro problema es conseguir dinero rápidamente, muchas veces no podemos esperar a contratar un préstamo bancario con todas las letras ya que los tiempos de otorgamiento de las entidades seguramente no serán los nuestros. Ni hablar si el solicitante tiene otras deudas registradas, como hipotecas u otros créditos, ya que si las mismas son muchas lo más probable es que nos denieguen la solicitud.
Si no podemos acceder a ese tipo de créditos, el costo seguramente será mayor a raíz de los mayores tipos de interés que se cobran en general. Las opciones, entonces, de conseguir dinero rápido serán las siguientes:
La primera opción, y la más rápida, es echar mano a la Tarjeta de crédito. Sin formalidades y sin preguntas de ningún tipo por parte de las entidades. Podemos utilizar fácilmente la opción de pago aplazado de la tarjeta, siempre que tengamos una de ellas a mano. Sin embargo, no se puede sacar una suma infinita de dinero de allí, y los intereses son en general altos, y más en estos tiempos, superando en muchos casos el 25% anual. Los tipos pueden ser más bajos si poseemos alguna de las tarjetas promocionales de los bancos, pero nunca bajarán del 16-18% anual.
La segunda opción es la de los créditos rápidos. En internet hay una cantidad considerable de este tipo de préstamos, que en general tienen requisitos mínimos y se otorgan en menos de 24 horas. Hay muchas empresas que ofrecen este servicio, y a veces la cuota mensual es menor que si pedimos la financiación en un banco. Pero cuidado, seguramente el tipo de interés será mayor, al igual que el plazo. Los tipos pueden alcanzar hasta el 30% anual. Esto sin contar las comisiones.
La última opción, y la más nueva, es la llamada reunificación de préstamos. Muchas entidades financieras han empezado a ofrecerlas, pero aún existe cierta desconfianza en este producto financiero. Básicamente significa unificar todos los préstamos familiares, es decir, hipotecas, créditos al consumo, para coche, etc, en un solo préstamo de tipo hipotecario. Los beneficios son que seguramente el tipo de interés será menor a raíz de la garantía de la vivienda, pero si necesitamos dinero rápido, no creo que nos sirva de mucho. Y además, los plazos se alargarán. Aunque es una buena opción para ordenar nuestras cuentas.
En fin, en estos tiempos donde la situación económica se deteriora mes a mes, lo más indicado, antes de salir a conseguir dinero urgentemente, es controlar nuestros gastos. Contra eso, no hay ningún producto financiero que lo mejore…