Nuevamente los deudores hipotecarios con préstamos referenciados a la bendita euribor no ganan para sustos: en una nueva escalada, ya se veía venir nuevos máximos históricos en la tasa, alcanzando la friolera de 5,36% en la media de Junio.
Este número, por ser previsible no deja de lastimar a los deudores: tomando como ejemplo una hipoteca de 150.000 € con un plazo de amortización de 25 años (cerca de los valores medios del mercado) a la que le toque la revisión anual con los valores de Junio (eso sí que es mala suerte) va a tener una diferencia anual en el valor de la cuota de cerca de 1.000 € (algo así como 80 € al mes).
Y eso no es todo. A los que le toquen la revisión en los próximos meses, tampoco la tendrán fácil. Los especialistas aseguran que no es probable que el indicador se modere: el mercado está esperando (en realidad, ya casi ha descontado) una probable subida de los tipos de interés por parte del Banco Central Europeo en el mes de julio.
El camino ascendente del Euribor no deja de sorprender: el anterior record del 5,248% corresponde a Agosto de 2000. Luego ha estado bajando hasta los comienzos de la crisis subprime, donde recuperó la tendencia alcista, constante y sin pausa, hasta comenzar el mes de Junio con un valor diario del 5,097%. ¿Hoy? Cerca de 5,40%…
Pero, ¿Por qué sube el euribor? Básicamente, es un tipo de interés que se hace eco de las expectativas sobre las dificultades que enfrentan los bancos europeos para acceder a la liquidez a través de créditos y sobre el previsible encarecimiento del precio del dinero. En una palabra, es el precio del dinero…