Una hipoteca multidivisa es, como el nombre lo sugiere, contratar un crédito hipotecario en una moneda diferente al euro, como por ejemplo el dólar, el yen o la libra. Muchos bancos y cajas están comenzando a ofrecer este tipo de productos, cuya conveniencia depende exclusivamente de que la divisa a la que está referenciada el préstamo sea menos fuerte que el euro y que las perspectivas futuras de la misma demuestren un camino hacia abajo.
Si esto llegase a ocurrir, significaría un importante ahorro mes a mes con respecto a una hipoteca nominada en euros. Sin embargo, no deja de ser una opción de alto riesgo, ya que el mercado en general, y el de divisas en particular, está bastante volátil.
Pero además de las cotizaciones de las monedas, también cuentan los tipos de interés de los países de origen de las mismas, ya que los préstamos estarán referenciados a ellos. Por ende, antes de contratar una hipoteca multidivisa hay que mirar los comportamientos de las divisas con respecto al euro y los movimientos de los tipos de interés que rigen en esas naciones. Si los mismos suben en esos países, la cuota que pagamos se incrementará. Pero como el contexto es el mismo en España, el riesgo se vería compensado.
En la práctica, estos créditos se hacen con divisas estables y con tipos de interés bajos. En la actualidad, las mejores monedas para endeudarse son el yen japonés o el franco suizo. Otras pueden ser el dólar australiano, la libra o el dólar. De hecho, el cambio euro libra está en pleno crecimiento, ya que la libra se encuentra en mínimos freente a la moneda comunitaria.
Actualmente, y hay una amplia aceptación en esto, las hipotecas más favorables para contratar son aquellas que están referenciadas al yen japonés. ¿Las razones? Son dos: el comportamiento de la divisa (en un año se devaluó con respecto al euro cerca de un 12,5%, con grandes perspectivas a seguir ese camino) y los bajos intereses que reinan en ese país oriental (los créditos están referenciados a la tasa libor, que en estos momentos se encuentra cerca del 1%, más un diferencial de entre 1 y 2 puntos). Parece evidente la diferencia con una hipoteca en euros: los tipos aquí están referenciados al euribor (actualmente, arriba del 5,40%) más un diferencial de entre 0,3 y 1,5. Poniendo los números sobre la mesa: tipos de 2% por un lado contra cerca del 6%.
En pocas palabras, se trata de un producto financiero que tiene sus beneficios, pero también sus riesgos. Lo importante según los expertos es, en este caso, tener una visión a largo plazo de las cotizaciones y los tipos de interés de las monedas a referenciar. Y tener presenta sus riesgos…