Enfrentar la compra de la vivienda y su financiación es uno de los escollos más importantes que debemos superar la mayoría de los españoles al iniciar o promediar nuestra vida adulta.
La decisión de independizarnos o de formar una familia, a veces no puede esperar el momento preciso en que se alcance el nivel de ingresos necesario para satisfacer sin inconvenientes la cuota de una hipoteca. Cuando enfrentamos esta situación, el mercado nos pone varias opciones, que nos permitirán afrontar pagos más pequeños:
Hipotecas con Carencia
Hipotecas para pagar menos al principio
Hipotecas con mayor plazo de amortización
Es precisamente en este último caso, en el que hoy vamos a centrar nuestro análisis.
La mayoría de los bancos y cajas de nuestro país ofrecen una amplia gama de préstamos hipotecarios con diversas modalidades, pero que se caracterizan por establecer como plazos máximos para su devolución entre 30 y 35 años en el mejor de los casos, cuando hablamos de hipotecas a tipo variable.
Sin embargo, algunas entidades han visto esta oportunidad y han elaborado propuestas que amplían el plazo de amortización hasta los 40 años.
Sin duda, este plazo más amplio para devolver el préstamo nos otorgará la ventaja de abonar cuotas mensuales más pequeñas. Normalmente, este tipo de productos se encuentra pensado para jóvenes menores de 35 años, aunque esta condición no es excluyente y hay diversas alternativas en el mercado.
Sin embargo, no todo son ventajas. El extender la vida de un préstamo necesariamente significa pagar más intereses. Dado que los sistemas de amortización hipotecarios calculan los intereses incluidos en las cuotas sobre el capital aún no amortizado del préstamo, si devolvemos el mismo muy lentamente, durante muchos años, la base de cálculo será muy grande y con ello, los intereses muy elevados.
En cada cuota que abonemos, una mayor parte de la misma estará destinada al pago de los intereses del préstamo y una menor porción a la devolución del capital. Esto nos llevará a que la acumulación de intereses sea mayor, cuanto más se eleve la vida de la hipoteca.
En definitiva, las hipotecas a 40 años, otorgan la posibilidad de acceso a la vivienda propia a sectores de la población con bajos ingresos, ya sea por su baja calificación laboral o bien por encontrarse al comienzo de sus carreras. Quedará en manos del cliente evaluar la conveniencia de alargar la vida del préstamo hipotecario, incrementar lo intereses pero conseguir como contrapartida un menor pago mensual.
Para acceder a las ofertas vigentes de hipotecas 40 años en el mercado, lo invitamos a que vea el trabajo de nuestros colaboradores en HipotecasHipotecas.