Como consecuencia de este rally que bancos y cajas han iniciado en pos de la captación de nuevos clientes, en búsqueda de liquidez, han proliferado en el mercado las ofertas con carteles que anunciaban altísimos rendimientos en un contexto donde los tipos de interés aún se ubican en mínimos.
Así, no sólo se ofrecían rentabilidades del 4%, sino que empezó a subir la apuesta y vimos promociones con rendimientos del 5, del 6 o del 7%.
Sin embargo, estos altísimos rendimientos no son otorgados así porque sí. Las entidades han lanzado sus ofertas ya sea mediante depósitos que requieren la contratación conjunta de una gran cantidad de productos asociados (alta vinculación), o bien mediante depósitos combinados.
En estos últimos casos, los altos rendimientos se vinculan a tan sólo una porción de capital invertido. Para entender un poco más, ahondaremos en el concepto de un depósito combinado.
Tal como su nombre lo indica, un depósito combinado se compone de dos partes. Su inversión total se dividirá en diferentes proporciones, (dependiendo de cada propuesta) entre, un depósito a tipo fijo y un producto con remuneración variable.
En general, cada depósito combinado invierte una porción del capital en una colocación a plazo fijo a tipo fijo. Es esta porción, la que ofrece una alta remuneración y en general tiene un plazo que varía entre los tres, seis o doce meses.
La otra parte del capital invertido vinculará su rendimiento a un índice bursátil, un grupo o cartera de valores o un fondo de inversión. Obviamente, la rentabilidad final de esta porción del capital no suele conocerse de antemano.
La porción de la inversión vinculada al producto de renta variable, suele tener un plazo extenso, normalmente no menos de tres años.
A su vez, la entidad puede garantizar o no el capital a vencimiento. Es decir, que en caso de que el producto no se desarrolle de acuerdo a las pautas previstas para abonar el rendimiento previsto, algunos bancos o cajas garantizan la devolución del 100% del capital inicial al vencimiento de la colocación. De esta forma evitamos, incurrir en pérdidas. Nuestra mayor desventaja será obtener un rendimiento nulo. Pero ojo… no todas las propuestas incluyen esta garantía.
El atractivo de este tipo de productos debe ser analizado cuidadosamente por el inversor, en función de su perfil de riesgo y teniendo en cuenta las pautas comentadas, es decir:
a) la proporción que se invierte a tipo fijo
b) el tipo de interés ofrecido para el deposito a plazo fijo
c) el plazo del depósito a plazo fijo
d) cuál es el tipo de producto de rendimiento variable en el que se invierte
e) cuál es el riesgo vinculado al mismo
f) el plazo total del depósito combinado
g) si el capital se encuentra garantizado
h) si existe posibilidad de cancelación anticipada.
Obviamente, cuanto mayor sea la proporción de la inversión que se destine a la colocación a tipo fijo y mayor sea el rendimiento ofrecido, más tentadora será la propuesta.