El euro ha repuntado un 12% desde los mínimos de cuatro años marcados el pasado 07 de junio. Sin embargo, ¿Se han disipado los nubarrones que empujaron a la caída de la moneda común europea y llevaron a pensar en su posible desaparición?
Muchos son los expertos que opinan que no. A pesar de que el euro se ha recuperado y por el momento se mantiene por encima de 1,30 dólares, esta recuperación no está sustentada tanto en la fortaleza de la moneda común europea sino en la debilidad exhibida por el dólar.
Los últimos datos macroeconómicos provenientes del “nuevo continente”, muestran que la recuperación no es tan sólida como se esperaba y esto está pesando sobre su divisa.
Los problemas que lastraron al euro en los meses de febrero, marzo y abril, no han desaparecido, y las medidas de austeridad adoptadas por Grecia, España o Portugal, pueden ser difíciles de concretar, lo que provoca que la mayoría de los expertos aún considere la posibilidad del default muy vigente.
Se espera que las políticas de restricciones de gastos implementadas por los países europeos más débiles afecten el crecimiento, incrementando la brecha existente con los países más fuertes y llevando a la ruptura de la zona euro.
Otros analistas se muestran mucho más prudentes en sus vaticinios, y aunque no llegan al extremo de augurar la desaparición del euro o la vuelta de la paridad con el dólar, sí manejan un panorama bajista para la moneda de la eurozona de aquí a fin de año.
En este nefasto panorama, los “positivistas” predicen que el euro seguirá cayendo hasta alcanzar los 1,22 dólares hacia finales de 2010.
Este marco conceptual se contradice con los últimos datos publicados, donde incluso Jean Claude Trichet, presidente del BCE manifestó que los números del tercer trimestre estaban siendo mejores de lo esperado.