ING ha cuestionado la capacidad de Telefónica de cumplir con algunos de sus objetivos empresarios. Concretamente, se ha cuestionado la capacidad de Telefónica para hacer crecer su dividendo en un 52% hasta alcanzar el objetivo de 1,75 euros por título para el 2012.
El banco, que rebajó su recomendación de Telefónica a «vender» desde «mantener», recortó su previsión de dividendo hasta un importe unitario de 1,5 euros por acción en 2011.
La razón de semejante medida se encuentra principalmente en Latinoamérica. Más especificamente, en Venezuela y en su gran problema con la inflación. Esto podría tener repercusiones en las cuentas de la compañía en ese país.
De hecho, se espera una fuerte devaluación en la moneda venezolana -el bolivar– a partir del segundo semestre de este año, lo que influiría y mucho en los resultados del gigante de las telecomunicaciones.
Esta recomendación a vender del banco holandés ha dado como resultado una baja en la cotización del papel de Telefónica, que se ha dejado un 2,1% en la semana.