Planes de Pensiones y Comisiones

 

Durante los meses de noviembre y diciembre vimos como las entidades bancarias nos ofrecieron una gran variedad de regalos y depósitos de alta remuneración, con el objetivo de captar nuestra atención y que con ello contratemos un plan de pensiones en la entidad.

Un tema de fundamental importancia, y que ya anteriormente se lo habíamos adelantado es el de las comisiones que la entidad cobra por la administración del plan.

Muchas veces estas son elevadas y con ello, tanto la TAE asegurada como los regalos son insuficientes y tornan que nuestra inversión para el futuro ya no sea tan atractiva como inicialmente consideramos.

Corresponde tener en cuenta que las comisiones de los planes de pensiones no se aplican sobre las ganancias que el plan va generando sino sobre la inversión total. A medida que aumenta el capital producto de la rentabilidad del plan, también aumentará el monto de las comisiones que nos cobran, ya que el porcentual aplicado por la entidad se aplica sobre una base cada vez mayor.

Gran parte de la rentabilidad que un inversor obtiene de su plan de pensiones se ve consumida por los gastos que la entidad gestora le cobra por dicho plan.

La conveniencia de contratar o no un plan de pensiones, lógicamente, dependerá del perfil fiscal del inversor. Las ventajas fiscales derivadas de la inversión en un plan de pensiones pueden colaborar en compensar los gastos generados por el mismo, de modo que se equipare la inversión particular a la inversión en un plan o muchas veces lo supere.

Sin duda a la hora de comparar las diversas ofertas no hay que limitarse al análisis de los premios y/o bonificaciones ofrecidos. El análisis de las comisiones de cada propuesta es importantísimo.

La Dirección General de Seguros, establece que el gasto máximo que puede soportar un fondo de pensiones es del 2,5 por ciento sobre el patrimonio. En este porcentual debe estar incluida tanto la comision por gestión como la de depositario.

En el mercado podemos encontrar que en promedio las entidades financieras están cobrando por los planes de pensiones una comisión media del 1,43 por ciento sobre el patrimonio. Las entidades más caras llegan a cobrar un 2,00% y las más económicas un 0,50%.

Si la rentabilidad de unos y otros fuera similar, la variación en las comisiones que se observan generarían una variación del ahorro final importantísima. Es por ello que a la hora de sopesar las diferentes opciones debe efectuarse un análisis global que incluya la rentabilidad ofrecida, las comisiones cobradas y las deducciones fiscales admitidas para cada caso.