Según datos publicados por la Asociación de Instituciones de Inversión Colectiva y Fondos de Pensiones (Inverco), los activos financieros de las familias españolas sufrieron una disminución de 16.000 millones de euros, respecto del cierre de 2008.
En concreto, en los seis primeros meses del año, el ahorro se situó en 1,68 billones de euros, esto representa una caída de 16.301 millones de euros.
Sin embargo, si se compara los números del segundo trimestre de 2009, con los del primero, podremos detectar que se produjo un aumento del ahorro de 3,6% debido a la valoración positiva de los activos de renta variable.
El activo financiero neto de las familias (diferencia entre los activos y las deudas) se situó en 0,74 billones de euros, cifra ligeramente inferior que la de cierre de 2008, y como entonces, gran parte del pasivo financiero siguió financiando la compra de activos inmobiliarios.
Si desentrañamos los números globales, podemos decir que , los depósitos bancarios concentraron el 43,5% del total de ahorro, 1,5 puntos porcentuales menos que al cierre de 2008, mientras que la inversión directa en renta variable no cotizada aglutinó el 10,8%, frente al 12,6% de diciembre del pasado año.
Por otra parte, las instituciones de inversión colectiva, es decir, los fondos y sociedades de inversión, gestionaron el 8,6% y los fondos de pensiones, el 6,2%. Estas tasas son prácticamente iguales que a final de 2008.
Los seguros, por su parte, aglutinaban el 8,9% del ahorro financiero de las familias españolas, lo que representa un incremento respecto del cierre del 2008, donde exhibían un 8,5%.
Sin duda, el ahorro, no resultó en la primera mitad del año un objetivo primordial de la población, sin embargo, la situación se presenta bastante prometedora respecto del mismo período de 2008. En la primera mitad de 2009, el flujo de ahorro alcanzó los 20.191 millones de euros, el 51% más que en el mismo periodo de un año antes.