El yuan o renminbi es la moneda de China, y cuando hablamos de China, hablamos de la posibilidad de hacer negocios millonarios.
El yuan ha estado en el radar de los inversores, grandes y pequeños, desde hace varios años. Se considera que se trata de una moneda con un elevado potencial de apreciación debido a que China es el principal exportador de manufacturas hacia el mundo en general y hacia Estados Unidos en particular. Los bajos costos con los que cuenta la producción en el gigante asiático han generado que tenga un gigantesco superávit comercial con el resto del mundo.
La teoría económica plantea que cuando se produce este tipo de desequilibrios comerciales, la divisa del país que tiene el excesivo superávit se aprecia frente a la del país deficitario. En nuestro caso, el yuan versus el dolar.
Sin embargo, el gobierno chino se esfuerza en evitar la depreciación de su moneda, existiendo un desequilibrio del valor real de la divisa. Es un hecho que, sin ese esfuerzo por mantener el yuan devaluado, el mismo se hubiera apreciado fuertemente contra la moneda estadounidense, más ahora que se encuentra en una debilidad extrema.
Sin embargo, los analistas dicen que tarde o temprano el yuan deberá apreciarse y, por este motivo, muchos inversores han estado buscando la forma de poder participar de esta tendencia. A pesar de ello, cuentan con una barrera casi inquebrantable: la rigidez de la estructura regulatoria china.
¿Como podemos entonces invertir en yuanes? En los últimos años, se han lanzado algunos instrumentos para facilitarle las cosas a los inversores, como fondos cotizados o los ETNs. Para aquellos que no anden en tema, un ETN es un título de deuda de un banco de inversión.
En el contexto actual de incertidumbre sobre la solvencia de muchas entidades financieras, este factor no puede ser dejado de lado, lo que implica un nivel de riesgo considerable, teniendo en cuenta también que, aún si fuera cierto que el yuan se apreciará tarde o temprano, no se trata en estos casos de un detalle menor, ya que el período que transcurre hasta que una inversión rinde sus frutos tiene fuertes implicancias en su retorno.