Con el cierre del mes de Septiembre, también cerraron y se calcularon las medias mensuales de otros indicadores, entre ellos, la tasa de referencia Euribor. Los resultados del mes no fueron para nada alentadores, ya que esta tasa, usada para calcular los intereses de más del 90% de los créditos hipotecarios suscriptos en España, alcanzó los niveles más altos en casi 7 años, llegando al 4,74% en los últimos días hábiles del pasado mes, y con tendencia al alza.
Aún falta la ratificación del Banco de España para conocer la real repercusión que va a tener esta alza en las cuotas de los créditos hipotecarios, tras dos años ininterrumpidos de subida, pero ya se esperan aumentos seguros en los valores de aquellas. Las hipotecas, o mejor dicho, las cuotas de ellas se calculan en base a una porción de capital amortizado y el interés, que en caso de tomar créditos a tasa variable, se actualiza mediante la media mensual de la Euribor.
A medida que este indicador se acerca a sus máximos históricos (5,284% en Agosto de 2000), crece la preocupación en cuanto a las perspectivas alcistas mundiales por probables alzas en los índices de morosidad, que aún hoy se encuentran en niveles normales.
Para graficar de mejor manera el nivel de preocupación, tanto de entidades como, sobre todo, de ciudadanos, podemos poner como ejemplo lo siguiente, siempre en forma aproximada:
– La tasa Euribor se encontraba entonces en un valor de 2,219%, y la cuota de la hipoteca a pagar sumaba 470 €.
– Un año después, en Septiembre de 2006, la tasa Euribor se situaba en el orden del 3,715%, con un alza en ese periodo del 67,41%. La cuota para la misma hipoteca subía a 540 €.
– En la actualidad, la tasa alcanzó el 4,740% (al 27 de Septiembre), con un alza desde el inicio de la vida del crédito del 113,60%, la cuota se sitúa en torno a los 600 €.
Podemos ver que la cuota, en solo 2 años, se incrementó aproximadamente en un 27%, lo que significa, dicho en otras palabras, que al crédito hipotecario se le agregaron, a valor inicial, más de 3 cuotas por año.
La incertidumbre es mayor, con las perspectivas inciertas a partir del último cimbronazo financiero mundial, pero, al igual que toda lluvia tiene un final, este ciclo alcista también finalizará en algún momento y las tasas se acomodarán en un nuevo nivel normal. Aunque no se sabe a ciencia cierta qué nivel será ese.