La necesidad del ahorro para la jubilación queda fuera de todo debate. Hoy en día cualquier persona es capaz de reconocer el futuro del sistema de pensiones como turbio, y, como poco, muy diferente al que hemos conocido hasta ahora. La base fundamental sobre la que se asienta la posibilidad de no perder calidad de vida tras la jubilación es combinar las posibles retribuciones de la pensión de jubilación con el fruto del ahorro a largo plazo orientado precisamente a este fin. Teniendo claro esto el dilema obvio es que caminó elegir o que producto funcionará mejor en este sentido; los planes de pensiones y los fondos de inversión entablan aquí una dura batalla.
A priori pudiera parecer que esto no es así, es decir, teóricamente estamos ante un producto diseñado para el ahorro la jubilación como los planes de pensiones frente a otro producto no diseñado específicamente a tal fin, pero, de lo que se trata es de las virtudes y defectos de ambos y, sobre todo, del posible resultado final y de cómo encaja el desarrollo de la vida del producto dentro de nuestra economía doméstica a lo largo del tiempo.
¿Conoces los errores más frecuentes al contratar planes de pensiones? en este post te los mostramos
Esto significa que puede existir perfectamente la figura de quien confía en el plan de pensiones como instrumento prácticamente único para el ahorro a la jubilación, pero, también puede existir quien prefiere un modelo de ahorro más dinámico basado en la inversión a través de los fondos, de aquí establecemos dos cuestiones;
- ¿Cuál sería más oportuno?
- ¿Es posible una cartera de ahorro combinada?
Planes vs Fondos
Es probable que este debate hace tan solo cinco o diez años no hubiera tenido la misma perspectiva que en la actualidad, sin embargo, la evolución de ambos productos, su respuesta ante el paso de la crisis y la proyección al futuro hace que efectivamente se trate de un debate interesante en el que no pensemos que ninguna de las dos opciones parte con mucha ventaja desde un punto de vista equilibrado (otra cosa será desde las propias preferencias de un ahorrador/inversor)
Las ventajas de los planes de pensiones son conocidas, es un producto de ahorro a largo plazo que además nos beneficia con un tratamiento fiscal favorable durante su vida útil, con lo cual, mejora nuestra fiscalidad doméstica a la vez que contribuye al modelo de ahorro a jubilación tan necesario. Es posible, y además recomendable, establecer diversos periodos diferenciados en los modelos de inversión de estos productos gracias a la facilidad de traspaso entre fondos (sin costes añadidos ni penalizaciones fiscales) que permitirá de esta manera evolucionar desde posiciones más agresivas en la inversión cuando nos encontramos con la jubilación lejana hasta posiciones muy defensivas a través de los planes garantizados cuando la jubilación ya se encuentra cerca.
Los grandes inconvenientes tienen que ver por un lado con la escasa liquidez que el producto presenta, ya que se trata de un producto que no permite el rescate salvó vencimiento o condiciones excepcionales, y por otro lado con que es un producto limitado en la cantidad de aportación anual que podemos realizar, es decir, es un producto que por ejemplo en un proceso de ahorro iniciado de manera tardía por la persona no será probablemente capaz de generar todo el ahorro necesario para complementar la jubilación por sí solo.
Por su parte los fondos de inversión han ido ganando peso como alternativa al ahorro tradicional en planes en los últimos años. El motivo principal es la gran versatilidad que este producto presenta así como una oferta verdaderamente abrumadora en comparación a la de los planes de pensiones. El fondo de inversión nos va a permitir realizar aportaciones muy superiores si así lo deseamos a las que podemos realizar en los planes de pensiones, pero, más aún, va a permitir también una liquidez y disponibilidad que los planes no poseen en absoluto. En el apartado de la gama de posibilidades de inversión, como podemos entender, el rango es también enorme, partiendo de posiciones muy defensivas en los fondos garantizados hasta posiciones muy agresivas por ejemplo en inversiones en renta variable emergente entre otras. Lo que esto genera es un arco de inversión a lo largo del tiempo que puede ayudar perfectamente a confeccionar una cartera a largo plazo evolucionando las posiciones del perfil inversor, en el que además contaremos con liquidez, podremos recoger los frutos positivos de la inversión y destinarlos a la reinversion si así lo deseamos, o incluso directamente en caso de necesidad líquida del proceso y recuperar el dinero.
En el apartado de inconvenientes, y como era de esperar, nos encontramos con un nivel de garantía inferior teóricamente al que los planes de pensiones proporcionan. Es decir, sobre el papel para obtener los mejores rendimientos de un producto debemos tener en cuenta que no ofrece garantías reales sobre nuestro capital aportado. Por otro lado también aquí hay que tener en cuenta el coste medio del producto que, dependiendo las ofertas puede ser de media algo superior al de los planes, además de una fiscalidad sin bonificaciones directas.
Cuántos impuestos pagarás por tus planes de pensiones
¿Es posible una cartera de ahorro combinada?
En el fondo no sólo es posible, tal vez sea lo más recomendable. Si tenemos en cuenta la escasa liquidez de los planes de pensiones, pero a la vez tenemos en cuenta sus valores positivos, es muy probable que entendamos como interesante participar en este producto a lo largo de nuestra vida para, además de beneficiar fiscalmente, acumular un ahorro determinado y que además puede ser calculado previamente en buena medida. Por otro lado, los fondos de inversión nos pueden dar esa pista de chispa en la búsqueda de rentabilidad que resulta más difícil de obtener a través de los planes, además de aportar liquidez a una parte de nuestros ahorros.
En esta combinación lo ideal será cuando el usuario pueda determinar cuál es la cantidad constante que puede destinar a los planes de pensiones, y cuál es la cantidad de su patrimonio que desea invertir en fondos, evidentemente significa un control doble de los productos destinados al ahorro, pero también una diversificación interesante y como decíamos, con una buena elección de producto, recomendable.