En los peores años de la crisis económica países como Luxenburgo se convirtieron en el destino de la apertura de miles de nuevas cuentas de usuarios de diversos países europeos entre ellos España. Uno de los motivos básicos era el mido al riesgo de la pérdida de poder del euro.
El riesgo divisa está en el origen de muchos movimientos y, aunque hoy por hoy la situación más asentada de la economía de nuestro país hace poco posible un escenario de rescate económico, el salto a las divisas como método de protección sigue siendo una idea que muchos usuarios no descartan.
¿Merece la pena abrir una cuenta bancaria en el extranjero?
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Los problemas derivados del riesgo divisa van desde los graves problemas estructurales en paralelo a las economías de los países hasta problemas en manos de los usuarios, baste recordar aquí las consecuencias de algunas hipotecas comercializadas en divisas en nuestro país.
Es decir, la elección del cambio de divisa puede suponer protección, es cierto, pero también problemas sobre la contratación de determinados productos.
Productos como idea de protección al riesgo divisa
Aunque no todos los especialistas coinciden, la cuestión tendría que ver con la contratación de algún tipo de productos en divisa distintas a la propia y que presenten la fortaleza suficiente para en un posible escenario de conflicto responder bien.
Los tres productos más comunes en este sentido son:
- Los depósitos, aun a sabiendas de que las imposiciones a plazo en divisa no euro producen hoy por hoy retornos reducidos a los que sumar el posible riesgo de cambio.
- Las cuentas multidivisas, probablemente más prácticas que los depósitos aunque menos rentables aún, sin embargo son un trampolín practico para la operativa en divisas.
- Los Fondos de inversión, es donde probablemente encontremos en combinación con las cuentas las mejores opciones. En este caso pueden resultar adecuados fondos monetarios basados en las llamadas divisas refugio como pueden ser la libra o el dólar.
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