Puede que últimamente haya leído o escuchado algo sobre la contaminación de los billetes circulantes, un tema que es recurrente y cada cierto tiempo salta a las noticias. Pero ¿cuánto de verdad hay cuando se dice que los billetes son una fuente de infecciones?
Pues desafortunadamente si repasamos los estudios realizados en los últimos cuatro años hay mucho de verdad cuando se habla de billetes contaminados, más tal vez de lo que el lector cree.
Durante el pasado año en algunas encuestas realizadas sobre el uso de papel moneda los participantes en la mayoría que en el caso de nuestro país rondaba al 65%, consideraban que el dinero en efectivo era uno de los productos más sucios físicamente con los que habitualmente interactuamos, para que el lector se hagan una idea otros que acompañaban al papel moneda en esa lista era por ejemplo los pasamanos de lugares públicos.
Pero hasta qué punto es cierto esto no es posible determinarlo si no acudimos a estudios más serios, estudios como el realizado por la Universidad de Oxford en el que se indica que los billetes y monedas europeos contienen una media de 26,000 bacterias, esto, en palabras de quienes realizaron el estudio viene a significar que el potencial de ese número de bacterias es suficiente para la transmisión de infecciones.
El estudio se encontraron bacterias potencialmente dañinas para el hombre como las Klebsiell y las Enterobacter, que multiplican además su amenaza debido a la resistencia de las cepas de bacterias al tratamiento con antibióticos.
No estamos ante nada nuevo
Realmente no estamos ante nada nuevo. Ya en el año 2002 estudios realizados en Estados Unidos encontraban que más del 80% del dinero que se analizaba tenía gérmenes con potencial dañino para las personas con defensas bajas y un 40% para todas las personas, en aquel estudio se encontró hasta en un 7% de los billetes muestras de algunas bacterias relacionadas con enfermedades graves.
Tampoco resultaba ajeno al lector a que el dato escalofriante en el que durante la década de los 90 se consideraba que aproximadamente el 90% de los billetes en circulación en Estados Unidos mostraban restos de metanfetamina o cocaína….
Para rematar, un estudio realizado en el año 2008 en Suiza nos mostraba que determinadas células de algunos virus, en aquel caso el de la influenza, podrían aguantar activos hasta una veintena de días en los billetes.
Que no cunda el pánico
En cualquier caso, que no cunda el pánico, una infección necesita de una alta concentración que no se da en la mayoría de los billetes donde lo que detectan son trazas de su presencia, aunque, eso sí, extremar la higiene de nuestras manos tras el contacto con el dinero no es ninguna mala recomendación.