Recortar gastos se ha convertido probablemente, junto a cuestiones fundamentales como buscar empleo, en una de las actividades sobre las que más vueltas damos los españoles, no en vano día a día sigue aumentando el ya abultado grupo de familias españolas con muchos problemas para llegar a fin de mes.
Claro está que la mejor manera de ahorrar gastos bancarios es no utilizar productos bancarios, sin embargo y siendo realistas no es fácil vivir sin el uso de productos bancarios, por lo que, lo que toca es tratar de aplicar aquellas ideas que se muestran efectivas a la hora de optimizar estos gastos y reducirlos a las mínimas cantidades posibles.
Comparar elegir reducir
A pesar de que llevamos ya un buen número de años en crisis seguimos en cierta medida arrastrando algunas costumbres de un pasado mucho más boyante en lo económico; dos de esas costumbres negativas hoy en día son por un lado una contratación de productos basada en escasas comparaciones, y, por otro lado, la acumulación de muchos productos en un mismo usuario. La primera idea para reducir gastos bancarios pasa entonces por un proceso de comparación de los productos que actualmente poseemos con los que el mercado ofrece, para después realizar un proceso de selección de los productos que realmente necesitamos y reducirlos a la mínima expresión operativa; esto puede aportar un ahorro en gastos y comisiones más que notable.
Usar más efectivo y menos tarjetas
Las navidades no son un mal momento para poner en práctica la sencilla prueba de comenzar a pagar una parte de nuestros gastos en efectivo. Probablemente el primer impulso hacia esto, en aquellas personas que utilizan habitualmente la tarjeta de crédito, sea de rechazo con el engorro que puede suponer manejar efectivo, y, en el caso de las tarjetas sin comisión sobre pago, considerar que el ahorro ya está implícito en la operación. Pero también podemos mirarlo de otra manera; la no percepción visual, el hecho de no manipular el dinero físicamente, genera una falsa sensación de seguridad y por tanto un menor control sobre el gasto, no es lo mismo disponer de 100 € en la cartera y salir de compras que disponer de 100 € en la tarjeta y salir de compras, con toda probabilidad en el primero de los casos vamos a pensar más el conjunto de gastos y a dudar sobre quedarnos sin dinero en la cartera, es una acción refleja, por probar no se pierde nada y sin embargo se puede ganar, efectivamente.