Hace tan sólo un par de meses, mientras la posibilidad de la bajada de los tipos de interés era sólo un rumor, varias entidades financieras españolas decidieron romper con la disciplina de aplicar las recomendaciones del Banco de España en lo relativo a las remuneraciones de los depósitos. Por entonces nos preguntábamos si realmente estaríamos asistiendo a un aumento de la remuneración e incluso una vuelta de los depósitos de alta rentabilidad.
Sin embargo la baja de los tipos de interés al 0,25% ha ido provocando las últimas semanas una suerte de reacción en cadena (aún suave) pero que ha llevado a que en más de una veintena de depósitos de entidades financieras se haya reducido en estas semanas su rentabilidad, con unas bajadas dentro de una horquilla entre el 0,10% y el 0,20%.
En esta tesitura, y mientras algunas entidades financieras aguardan al cierre del ejercicio y a la previsión por parte del Banco de España de la futura subida de tipos (anunciad0 con poco bombo y platillo) para lo que parece continuar la senda del descenso ya iniciada por entidades como Bankia, son las entidades financieras extranjeras que operan en nuestro país las que continúan manteniendo de momento las ofertas de rentabilidad en el 3% para depósitos en el entorno de un año.
Resulta ciertamente difícil en este momento mantener el optimismo en relación a un comienzo de año 2014 en el que ni siquiera se mantengan las actuales rentabilidades, y por supuesto ni hablar de aumentos de las mismas, al menos en lo que a las entidades financieras españolas se refiere.
Sólo se puede mantener cierta esperanza de momento en los depósitos negociados, en los que probablemente y debido a las necesidades de capitalización que aún muestran por supuesto las entidades en nuestro país, las grandes imposiciones van a poder encontrar buenas ofertas de rentabilidad (habida cuenta del panorama general)
Por tanto, si tuviéramos que sintetizar las sensaciones que el cambio de año nos proporciona en relación a los depósitos desde luego no serían buenas, y apostaríamos más por un escenario de retroceso prácticamente generalizado la rentabilidades en los depósitos de entidades financieras españolas, al menos durante el primer trimestre del año, que por el sostenimiento de las actuales rentabilidades.