Es de conocimiento popular que hoy en día son varios los economistas que teniendo presente que la deuda pública española a diez años ofrece una rentabilidad por encima del 5%, han recomendado a sus clientes ahorradores españoles que inviertan ahí su dinero viéndola como excelente oportunidad de inversión.
Considerando estos aspectos, lo cierto es que bien podrían haber apuntado más alto, es decir apostar por la deuda griega, que en estos momentos ofrece el jugoso reclamo de unos intereses del 21% peor de no tan cierto y seguro pago.
Desde luego, cada uno debería ser lo suficientemente responsable como para saber dónde ha de colocar o no su dinero, pero lo cierto es que es fundamental que antes de seguir las opiniones de muchos economistas se puedan realizar algunas reflexiones que complementen el juicio de los ahorradores.
No hay que olvidar ni dejar de lado en primer lugar que la Unión Europea vive un tiempo convulso por el alto precio que han de pagar países como España para financiarse. El pequeño inversor puede sacar partido de esta situación pero de todas formas debe analizar los puntos negativos de tal oportunidad aparente.
Es de conocimiento popular que desde hace ya varios meses no se habla de otra cosa: puntos básicos, seguros por impago, déficit público, necesidad de financiación… la Unión Europea parece a la deriva por lo que deben los estados del sur y lo poco que parecen dispuestos a ayudarles los países del norte. Y como es bien sabido, a río revuelto, ganancia de pescadores. Aquí está el punto fundamental de la situación: ¿Cómo sacar rentabilidad a esta situación de incertidumbre financiera?
Todos los países, incluidos entre ellos España, necesitan que se les preste dinero, liquidez, que ellos posteriormente devuelven con un interés, como cualquier otra operación financiera concertada entre partes. En el contexto actual de debilidad del sistema financiero internacional, en especial en Europa y Estados Unidos, España se encuentra con que ha de pagar mucho para obtener esa liquidez en concepto de intereses, he ahí la oportunidad de negocio: comprar deuda pública.
A modo de ejemplo detallamos algunas de las oportunidades de inversión:
- Letras del Tesoro: a 3, 6, 12 y 18 meses de plazo fijo. Están por encima del 3% de rentabilidad anual.
- Bonos del Estado: a 2, 3 y 5 años. Actualmente superan el 5% de rentabilidad.
- Obligaciones del Estado: a 10, 15 y 30 años Más de un 6% de rentabilidad a día de hoy.
Existe la posibilidad de contratarlas con interés con vencimiento mensual, semestral, anual o plurianual. Hay subastas públicas del Estado mínimo una vez al mes, y se anuncian en varias páginas del Tesoro Público, mientras que las Comunidades Autónomas (las más endeudadas, y por tanto en ocasiones las que más intereses dan) hacen subastas no periódicas pero también constantes.
A su vez, se pueden adquirir títulos de deuda por Internet, desde varios enlace del Tesoro Público disponibles en páginas web.